La magia de Messi de tiro libre rescató al PSG del papelón
Casi no había tenido participación en un delicado momento y un partido de locura en el Parque de los Príncipes, pero Lionel Messi siempre está. La 'Pulga' rosarina apareció en la última jugada del duelo ante Lille para convertir un golazo de tiro libre y sellar una victoria épica -no por el juego, sino por la remontada- por 4 a 3, que le permitió salvar del papelón al desabrido equipo conducido por Christophe Galtier, que corrió a abrazar al campeón del mundo, quizás agradeciéndole por estirar su permanencia como DT.
La dura derrota ante el Bayern Munich el martes pasado, que le puso suspenso a su continuidad en la Champions League, había detonado una ola de rumores sobre el futuro del conjunto parisino. Desde la continuidad de Galtier hasta, incluso, un aparente cambio de postura de Messi respecto de la negociación sobre su renovación del contrato que vence en junio próximo.
Y al igual que ante Bayern Munich, el arquero Gianluigi Donnarumma sostuvo los primeros minutos a su equipo, con dos atajadas soberbias que generaron el murmullo de entrada de los ultras e hinchas del conjunto parisino.
También la tuvo Lionel Messi, en una de sus pocas intervenciones de la primera mitad y tras asistencia de Neymar, pero el argentino no pudo definir en el mano a mano ante el juvenil arquero Chevallier, de 21 años, que tapó en el primer palo.
Y quien salió al rescate fue el recuperado Kylian Mbappé. El delantero francés recibió en el espacio un pase de Neymar, encaró a dos rivales, tiró un caño y a pura potencia definió dentro del área para poner el 1-0, antes de los 15 minutos de juego.
Apenas cinco minutos más tarde, el PSG dio una muestra de su calidad colectiva: Neymar la empezó y la terminó empujando al arco vacío, después de recibir de Vitinha y la participación de Messi, dejando pasar el balón como distracción para la defensa. 2-0 y cambio de silbidos por aplausos en el Parque de los Príncipes.
Pero los problemas defensivos del PSG son totalmente proporcionales a su potencia ofensiva. A la salida de un tiro de esquina corto, un centro al corazón del área encontró la cabeza de Diakité, para el descuento del Lille.
Cuando todo está torcido, parece complotarse. Por eso el PSG sufrió un minuto fatal en el inicio del complemento con la lesión de Neymar en el tobillo derecho y el bochornoso penal que sancionó el árbitro Willy Delajod por un agarrón inexistente de Verratti, que no fue convocado a revisión por el VAR y convirtió el canadiense Jonathan David.
Si algo le faltaba al PSG, era que le den vuelta el marcador: después de una rápida reanudación, Jonathan Bamba encontró el hueco y agarró mal parada a la defensa local, para definir con un fuerte remate de sobrepique al primer palo y sellar la remontada del Lille.
Todo era silbidos y murmullos en el Parque de los Príncipes, pero sobre la hora, Mbappé apareció para combinar con Juan Bernat por izquierda, definió para sellar su doblete y salvar del papelón a Galtier y el director deportivo Luis Campos, que bajó de la tribuna al campo para criticar la labor del árbitro.
Y en la última jugada del partido, apareció el mejor jugador del mundo: generó él mismo la infracción en el borde de la medialuna del área y dibujó un zurdazo memorable que impactó con justeza en la base del palo izquierdo para sentenciar el 4-3 y cambiar los silbidos por aplausos en las tribunas del estadio.
PSG es el líder con 54 unidades, cinco más que su escolta Olympique de Marsella, que más tarde enfrenta a Toulouse (32), mientras que Lille, campeón en 2021, está quinto con 41 puntos.
El equipo de Messi venía de tres derrotas consecutivas, dos de ellas en la misma semana: el sábado pasado con Mónaco por 3 a 1, de visitante, por este torneo, y el martes con Bayern Munich, de Alemania, por 1-0 de local, en el partido de ida de los octavos de final de la Champions.
Fuente: Clarín
