Detuvieron a un hombre que abusó a 10 mujeres en citas de Tinder
La Policía española detuvo en Madrid a un hombre de 43 años acusado de violar a una mujer y abusar de otras nueve a las que había conocido a través de la aplicación Tinder.
Según indicaron medios locales, el sospechoso utilizaba perfiles con fotos falsas para establecer una relación de confianza con sus víctimas y proponerles encuentros en lugares totalmente a oscuras para “mantener un contacto sensorial donde incrementar los sentidos y dejarse llevar”.
En realidad, lo que le pasaba es que tenía una enfermedad en la piel que le afectaba a la cara y no quería que le vieran el rostro, apuntó El Mundo. Las citas a oscuras dificultaron su identificación, aunque finalmente los investigadores de la Unidad de Atención a la Familia y Mujer (UFAM) lograron dar con él.
La investigación comenzó tras la denuncia de una mujer en febrero. Al escuchar las condiciones del hombre para los encuentros, sospecharon que podría haber más víctimas y encontraron a otras dos mujeres que relataron situaciones similares. Según la policía, ninguna de las mujeres agredidas llegó a ver su rostro y en algunas ocasiones también las robó.
Al momento de su detención, la policía le secuestró le varios celulares en lo que tenía más de 400 perfiles de mujeres bloqueados. Siete de estas mujeres indicaron a la policía que interpondrán denuncias por haber sido víctimas de diversos delitos contra la libertad sexual por parte del investigado.
La investigación continúa abierta, puesto que los investigadores no descartan que pudieran existir más víctimas que hasta el momento no han presentado denuncia.
La banda que coordinaba falsos encuentros sexuales por Tinder
El clan fue desarticulado tras 11 allanamientos. La Policía de Córdoba logró detener a tres mujeres y dos hombres.
Las mujeres se encargaban de seducir a los hombres a través de Tinder y otras aplicaciones de citas destinadas a conocer personas. Tras concertar un encuentro, intoxicaban a sus víctimas con diversas sustancias, los dormían y luego les robaban.
Los investigadores determinaron que en los hechos también participaban hombres, cómplices de las mujeres, quienes ejecutaban los ingresos a los domicilios una vez que las víctimas estaban dormidas.
En los allanamientos se secuestró dinero en efectivo (pesos y dólares), teléfonos celulares, armas de fuego, municiones, relojes, joyas y diversos artículos tecnológicos.
Se cree que una vez dentro del domicilio, las mujeres que participaban de estos simulacros delictivos buscaban alguna excusa para salir por unos minutos de la casa, ya sea para ir a comprar algo o para buscar algún objeto olvidado en el vehículo.
Al abrir nuevamente la puerta, la víctima se encontraba con la presencia de dos o más personas que lo reducían en su propia casa para llevarse sus cosas.
“El damnificado se encontraba por lo general sin ropa y, en esas circunstancias, aparecían ladrones armados que comenzaban a golpearlo y exigirle dinero y todo lo que hubiera en la casa. Eran episodios muy violentos”, indicó una fuente de la investigación al diario La Voz.
