El Superclásico que tuvo lugar esta tarde en el estadio Monumental no fue un evento futbolístico habitual en la rica historia de River Plate y Boca Juniors. Este enfrentamiento se llevó a cabo en un contexto de profunda tristeza para la nación argentina, ya que se celebró solo unos días después del fallecimiento del Papa Francisco, una figura emblemática que dejó una huella imborrable tanto en el ámbito religioso como en el social. 

El Sumo Pontífice argentino, Jorge Bergoglio, falleció el lunes pasado, y su partida fue sentida en cada rincón del país. Tras su muerte, miles de fieles se congregaron en la plaza San Pedro en Roma para rendirle homenaje, y sus restos fueron finalmente trasladados a la Basílica de San María la Mayor, donde reposan en paz. 

River Plate, como institución, preparó un homenaje especial que resonó en los corazones de los más de 85 mil aficionados que asistieron al partido. La renovada pantalla gigante del estadio proyectó un emotivo video de aproximadamente un minuto, que ofrecía una mirada a la vida de Francisco, desde sus inicios hasta su consagración como líder de la Iglesia Católica, el 13 de marzo de 2013. 

A medida que las imágenes se deslizaban, la emoción se palpaba en el aire, y un aplauso sincero recorrió las gradas del estadio, recordando al hombre que fue el primer papa no europeo en ocupar el cargo. El relato que acompañaba la proyección enfatizaba la grandeza de su vida y su compromiso con los valores de la humildad y la solidaridad. "En el césped de nuestra casa está la frase que más nos representa y vos más que ninguno viviste y jugaste con grandeza en cada momento de tu vida", se mencionó, resaltando la conexión entre el deporte y la vida de Bergoglio. 

"Lograste lo imposible llevando a nuestro país a lo más alto, bien cerca del cielo. Asumiste la enorme responsabilidad de llevar un manto sagrado con la humildad del más grande. Creíste, porque tenías con qué creer, que el mundo podía ser un lugar mucho mejor. Y lo hiciste desde el barrio más humilde hasta el último rincón del planeta, llevando a todas partes tu bondad, tu sencillez y una esperanza monumental. Fuiste abanderado de los más necesitados y te convertiste en el ídolo de todos. Hoy sos eterno. Gracias, Papa Francisco. River Plate, Argentina y el mundo entero", se leía en el emotivo mensaje que resonó en el recinto. El homenaje culminó con la imagen de Francisco junto a una paloma, símbolo de la paz que promovió a lo largo de su papado. En un contexto donde el fútbol y la espiritualidad se entrelazan, este Superclásico se convierte en un recordatorio de la profunda conexión que existe entre la cultura argentina y las figuras que han marcado su historia.

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El homenaje al Papa Francisco