Vaticano: polémica por el cardenal que fue inhabilitado por Francisco y ahora quiere votar por el nuevo papa
El sumo pontífice le quitó los "derechos asociados al cardenalato" a Angelo Becciu en 2020 por un caso de corrupción en el que estaba involucrado
La reciente muerte del papa Francisco ha desatado un torbellino de reacciones y, sobre todo, una incertidumbre sobre quién será su sucesor. Uno de los personajes que ha acaparado la atención es el cardenal Angelo Becciu, quien había sido destituido por el papa Francisco debido a un escándalo de fraude fiscal. Sin embargo, Becciu se presentó en la primera asamblea de cardenales como si nada hubiera pasado, generando una controversia que el Vaticano ha intentado matizar sin éxito.
Tras la muerte de un papa, es obligatorio seguir un protocolo que incluye la realización de un cónclave. Este es el momento en que los cardenales electores se reúnen para decidir quién asumirá el liderazgo de la Iglesia católica. En esta ocasión, con la partida de Francisco y la ceremonia prevista para mayo, se espera la participación de 135 votantes, aunque la presencia de Becciu podría elevar esa cifra a 136, lo que complicaría aún más el panorama.
Becciu y Su Lucha por el Cónclave
Becciu ha sido un personaje controvertido desde su destitución y condena por corrupción. A pesar de ser acusado de irregularidades financieras, ha mantenido su inocencia y ahora clama por su derecho a participar en el cónclave. Su argumento se centra en que, como cardenal, tiene la obligación de ser parte de esta elección crucial, lo que ha generado un debate sobre si los cardenales pueden revertir decisiones previas del papa.
La primera congregación general, que se llevó a cabo el martes pasado, incluyó a Becciu, aunque la confirmación de su invitación fue ambigua. La atención mediática se ha centrado en él, mientras los cardenales comienzan a realizar las reuniones y tertulias que preceden al cónclave.
Los detalles del escándalo del Cardenal
Angelo Becciu es un cardenal italiano de 76 años que en 2023 fue condenado formalmente a 5 años y 6 meses de cárcel por delitos financieros. Fue el primer religioso con ese rango en ser juzgado por un tribunal penal del Vaticano. Pero antes, en 2020, Francisco le había quitado sus “derechos asociados al cardenalato” tras conocerse el escándalo.
Se comprobó que había comprado un edificio en el corazón londinense, en Sloane Avenue, una antigua sede de las galerías Harrods en el exclusivo barrio de Chelsea. Pero, además, durante el proceso surgieron otros delitos financieros, como donaciones de 125 mil euros que el cardenal ingresó en la cuenta de una asociación vinculada a la Cáritas sarda de Ozieri, su lugar natal, y que en ese momento presidía uno de sus hermanos.