En una sesión marcada por la importancia de la coyuntura política, la Legislatura de la provincia de Buenos Aires llevó a cabo la aprobación de la suspensión de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) que estaban programadas para el presente año. 

Este hecho, que se concretó con el respaldo de más de dos tercios de los legisladores, se produce en un contexto donde la política argentina enfrenta desafíos y cambios significativos. La deliberación, que había sido aplazada en la semana anterior debido a la conmemoración del fallecimiento del Papa Francisco, comenzó con un ambiente de reflexión y respeto. 

Durante la sesión, los representantes de la Cámara de Diputados bonaerense lograron un consenso que permitió avanzar en el tratamiento de este tema crucial para la agenda electoral de la provincia. La decisión de suspender las PASO no solo responde a situaciones particulares del momento, sino que también plantea interrogantes sobre el futuro del sistema electoral en la región. 

La aprobación de esta medida no es un hecho aislado, sino que abre la puerta a un nuevo debate sobre la necesidad de modificar los plazos establecidos en el artículo 61 de la ley electoral 5109. Esta modificación fue solicitada por la Junta Electoral a través de una comunicación formal dirigida a los legisladores, lo que indica una preocupación por la adecuación de los tiempos y procedimientos electorales en un escenario en constante cambio. 

En consecuencia, la suspensión de las PASO se presenta como un tema que no solo afecta a los actores políticos directamente involucrados, sino que también incide en la percepción ciudadana respecto al proceso democrático. Ciertamente, la discusión posterior sobre la ampliación de los plazos electorales será un aspecto a seguir, dado su potencial impacto en la organización y ejecución de futuras elecciones en la provincia de Buenos Aires.