Nicolás Vega pudo regresar a su hogar, luego de estar tres días internado como consecuencia de haber recibido una brutal golpiza en un boliche de calle Maipú al 700. El joven que fue atacado en la madrugada del domingo por al menos seis patovicas, deberá continuar con controles médicos y con ciertas restricciones hasta alcanzar su plena recuperación.

Con respecto a la investigación del violento hecho, se pudo establecer que los pesquisas continúan recolectando pruebas  que les permitan definir la situación procesal de los agresores. Ya realizaron entrevistas a testigos presenciales y evalúan si habrá allanamientos y detenciones.

En las últimas horas se pusieron a disposición de la justicia cuatro de los presuntos implicados y los propietarios del local “Zoo, Selva Urbana”, estos estarán representados por el abogado Fabrizzio Caruso.

“Por una cuestión de prudencia y de respeto hacia la víctima y su familia, no haremos ninguna declaración sobre el hecho. Queremos conocer el expediente y la denuncia que debe realizar Vega”, explicó Caruso. A pesar de la cautela inicial, el representante legal si expresó que los hechos habrían ocurrido de una manera distinta a la versión expresada por los familiares de Vega en distintos medios de comunicación. Ante ello accedieron a entregar imágenes captadas en el interior del local (que hasta ahora permanece clausurado) para que los investigadores cuenten con las pruebas necesarias para recapitular lo acontecido.  

El joven agredido por patovicas fue dado de alta

Cabe recordar que Domingo Vega, padre del joven agredido, declaró que la brutal golpiza se habría originado porque Nicolás portaba una camiseta de entrenamiento de la selección argentina.  “Uno de los responsables de seguridad le pidió que se pusiera la campera porque no podía permanecer en el local con una remera de fútbol. Él hizo caso, pero después se sacó el abrigo. Cuando lo descubrieron uno de ellos le pegó arteramente y terminó perdiendo el conocimiento”, explicó Vega.

 Luego Guadalupe, la hermana de Nicolás, acotó: “cuando recobró el conocimiento pretendió pedir explicaciones sobre el motivo de la agresión. Ahí vino lo peor. Primero lo tomaron salvajemente del cuello y después, entre seis le pegaron sin piedad”, detalló  la joven.

Hasta el momento los parientes no confirmaron si asumirán el rol de querellantes en la causa, sí expresaron su voluntad de ir hasta las últimas consecuencias en contra de los agresores.