En su fugaz visita a Miami, Javier Milei se comprometió a eliminar todas las trabas que existen para comerciar con Estados Unidos. El objetivo del presidente argentino es conseguir que Donald Trump dé marcha atrás con el arancel del 10% que dispuso para todas las exportaciones locales, igual que al resto de los países sudamericanos. Sin embargo, esa barrera es un escollo casi insignificante al lado de todos los impactos negativos que la desatada guerra comercial pueden ocasionarle a la economía.

Argentina exportó poco más de USD 6.400 millones a Estados Unidos el año pasado. Esta nueva barrera de 10% representa un impacto de USD 630 millones. Se trata de una cifra casi insignificante para la economía, más allá del efecto negativo que puntualmente tenga sobre algunos sectores o productos como el aluminio, el acero y algunos otros bienes en menores magnitudes.

Además, tampoco se cierra el mercado, sino que se encarece la exportación, aunque mucho menos que a casi todos los demás países del mundo.

La guerra comercial que comenzó Trump con su histórico aumento de aranceles sacudió el tablero mundial. Las consecuencias inmediatas de esta medida ya implican un gran escollo para Argentina.

La puesta en marcha de los aranceles de EE.UU. ya tiene un fuerte impacto para Argentina

A medida que pasaron las horas y hubo más novedades, como la represalia china con aumento de aranceles a productos norteamericanos, se sumó una nueva preocupación: la “inundación” de importaciones que podría afectar a la Argentina a bajo precio por parte de China y su impacto en la industria local, ya golpeada en medio de la apertura comercial y la apreciación del peso.

Así lo describió un importante ejecutivo del sector industrial que prefirió no ser mencionado: “Que Estados Unidos y China pongan aranceles tan altos generará un desvío de comercio fenomenal. Ya tenés dos jugadores fundamentales que se prohíben entre sí. Esa producción tiene que encontrar un hogar y, a bajo precio, generará un impacto muy negativo en el mercado interno.

En esa línea, Ezequiel Tavernelli, director ejecutivo de Alacero, señaló que los aranceles van a provocar el desvío del flujo comercial a países con políticas de defensa comercial menos efectivas, “lo que pondría en juego 1,4 millones de puestos de trabajo directos e indirectos generados por la industria del acero en la región”.

Una importante fuente de la Unión Industrial Argentina (UIA) agregó: “Estamos abiertos en un mundo que se cierra completamente. Bajamos aranceles y mantenemos el tipo de cambio fijo, sin bajar ningún impuesto para la producción. Es un acto suicida para la industria local”.

Incertidumbre por las excepciones que busca el Gobierno

Más allá de la preocupación, también hay incertidumbre, luego de que el Gobierno revelara que está en negociaciones para alcanzar un arancel del 0% en la mayor parte de las exportaciones hacia Estados Unidos. Este es el sentir, sobre todo, en el sector agropecuario.

Así lo describió Elbio Laucirica, presidente de Coninagro y que integra la mesa de enlace rural: “Como productor, estas medidas generan preocupación, aunque en este momento no podamos dar precisiones, ya que depende de cada producto y hacia qué mercado se exporta. Debemos esperar tener más claras las negociaciones que está haciendo el Gobierno y ahí estudiar el efecto de los aranceles en los precios que reciba el productor”.

La puesta en marcha de los aranceles de EE.UU. ya tiene un fuerte impacto para Argentina

Javier Preciado, consultor agropecuario, afirmó que la situación varía según el sector. En los casos donde las producciones sean similares a las de México, podrían perderse mercados, dado que México tiene acuerdo de libre comercio. Pero distinto es el caso de la carne vacuna: “Ahí no es fácil reemplazarla. Terminará siendo un mayor costo para el consumidor estadounidense”.

Si bien puede haber algunos sectores ilusionados con lo que puede haber logrado el Gobierno a través del canciller, Gerardo Werthein, un empresario se preguntó: “¿Cuáles serán esas 50 posiciones arancelarias? ¿Y qué se le dará a cambio? Porque si se bajan aranceles a Estados Unidos habrá que bajarlos a todo el mundo, por el principio de Nación más favorecida de la OMC”.

Otro sector en alerta es el pesquero. La Fundación Latinoamericana de Sostenibilidad Pesquera (FULASP) emitió un comunicado en el que manifestó la “extrema preocupación” ante la nueva política aduanera. “Estados Unidos es el tercer país del mundo en recibir mayores exportaciones de la pesquería argentina y sus cambios económicos podrían sentenciar a la industria nacional”, expresaron.

Guerra arancelaria: los sectores argentinos más afectados y los que se salvaron

En un informe de la Cámara de Exportadores de Argentina (CERA) se observa que los sectores donde hay mayor participación de exportaciones hacia Estados Unidos son el petróleo-petroquímico, con un 23%; oro y plata con 21%, carne con 7%; el sector pesquero con 10%; maní con 5%; siderúrgico con 9%; aluminio con 48%; uva con 28%; forestal con 19%; litio con 13%; limón con 44%; azúcar con 39%; peras y manzanas con 19%; olivícola con 27% y miel con 67%.

Esto significa que hay sectores como el aluminio, donde casi la mitad de la exportación total que realiza el país va hacia Estados Unidos.

La puesta en marcha de los aranceles de EE.UU. ya tiene un fuerte impacto para Argentina

Sin embargo, desde CERA aclararon que hay algunos productos exportados por la Argentina a EE.UU. que quedaron excluidos de los aranceles recíprocos, principalmente productos de petróleo, oro y carbonatos de litio, mientras deja “la mayor afectación a productos de carnes, vinos, pesca y agroalimentos”.

Además, agregaron que los productos exportados por la Argentina a EE.UU. sujetos a investigaciones Sección 232 quedarán excluidos del arancel recíproco, quedando únicamente el arancel definido por la investigación: 25% adicional para acero y aluminio, y 25% adicional para autos y autopartes.

Algunos productos que, por el momento, quedaron excluidos de los aranceles recíprocos, pero que podrían ser sujetos a investigaciones 232 en el futuro, son bienes del sector farmacéutico, forestal y cobre.