Echaron al vicepresidente de Irán por venir de incógnito a Argentina para visitar Ushuaia y la Antártida
Se trata de Shahram Dabiri, encargado de los asuntos parlamentarios del país. La nación persa atraviesa una crisis económica e hiperinflación.
El presidente iraní Masud Pezeshkian destituyó este sábado a su vicepresidente de Asuntos Parlamentarios, Shahram Dabiri, tras revelarse que realizó un lujoso viaje a la Antártida partiendo desde Ushuaia, Argentina. Las fotografías del funcionario y su esposa en el puerto fueguino, a punto de abordar el crucero de expedición "Plancius", circularon ampliamente en redes sociales y generaron indignación en Irán.
La destitución se produce mientras Irán enfrenta una grave crisis económica, con hiperinflación que supera el 40% anual y creciente malestar social. En un comunicado oficial, el presidente Pezeshkian afirmó que "en el actual contexto económico, estos viajes de lujo son injustificables", incluso cuando son financiados con dinero personal. El mandatario buscó así distanciarse del escándalo.
Las cifras del Escándalo
El viaje, valuado en aproximadamente 11.200 dólares por persona, ocurrió en marzo durante las celebraciones del Año Nuevo persa. Según confirmó Clarín, Dabiri ingresó a Argentina como turista común sin notificar su visita a las autoridades locales ni al gobierno nacional. "Empieza nuestro viaje a la Antártida", decía la publicación en Instagram que terminó costándoles el cargo al funcionario.
Investigaciones periodísticas revelaron que el crucero en cuestión ofrece expediciones de hasta un mes de duración por la Antártida, Isla Elefante y el Círculo Polar, con precios que oscilan entre 6.000 y 11.200 dólares. El barco había recalado recientemente en el puerto de Ushuaia, desde donde partió Dabiri en su viaje polémico.
En contexto que atraviesa Irán
Dabiri, médico de 64 años y cercano colaborador de Pezeshkian, apenas había asumido su cargo en agosto de 2024. Además del viaje a la Antártida, comenzaron a circular en redes sociales fotografías de otros destinos turísticos visitados por el ahora exfuncionario, lo que avivó aún más las críticas.
Este episodio pone en evidencia las tensiones dentro del gobierno iraní, en momentos en que la población sufre severas dificultades económicas. La rápida destitución de Dabiri parece ser un intento de Pezeshkian por demostrar firmeza ante la creciente inconformidad ciudadana, aunque algunos analistas cuestionan que se trate de un gesto meramente simólico.