Denuncian al Goretti por abuso de menores
En diálogo con Los Primeros, el legislador José Ricardo Ascárate denunció la semana pasada abusos en el Instituto Goretti sobre niñas y jóvenes menores de edad. “Tengo demostrado con informes médicos y psicológicos que a chicas menores de 16 años las colocaron en fila y les instalaron chips anticonceptivos,”, denunció el parlamentario de la Unión Cívica Radical.
Ascárate agregó que “el chip anticonceptivo es una bomba de progesterona que da anticoncepción anual, segregando una hormona sobre el cuerpo de chicas que tenían 11 años al momento del implante”.
“Si son menores y están en el Instituto Goretti es porque están bajo la tutela de un juez. Entonces preguntamos si es que un juez ordenó la colocación de estos implantes. Le pedimos al Ministerio de Salud que remita los informes, sacando los nombres, porque las chicas fueron atendidas en al Hospital de Niños donde les detectaron el chip y en el Padilla donde demostraron, a través del departamento psicológico, que fueron violadas”, amplió la denuncia.
La denuncia realizada por el abuelo de una de las menores está en manos de la Fiscalía especializada en Delitos contra la Integridad Sexual III, que en ese momento estaba subrogada por Daniel Marranzino.
Respuesta oficial
La Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia aclaró que ante declaraciones periodísticas sobre la colocación de implantes subdérmico a menores de edad, que éstas se realizaron dentro del marco de la Ley 25.673 de Salud Sexual y Procreación Responsable, siguiendo los protocolos del Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional en la Adolescencia (ENIA), que se aplica en la provincia desde el año 2018.
Este programa nacional es implementado en la provincia a través del Sistema Provincial de Salud (Siprosa), quien determina la necesidad luego de realizar los estudios pertinentes de la colocación de estos dispositivos.
El implante anticonceptivo (mal llamado chip), es un método hormonal, anovulatorio, con una eficacia de 99%. Su colocación consiste en una práctica ambulatoria, que de ninguna manera implica un riesgo para la salud o la vida de las adolescentes, por lo tanto, puede ser consentida por la adolescente.
