Natalia Melmann: condenaron al cuarto policía involucrado

El exsargento de la Policía Bonaerense fue declarado culpable como partícipe del crimen de la adolescente ocurrido hace 22 años en Miramar.
jueves 18 de mayo de 2023
HSGKHLLO7LUZRWSMLIGJ2UFOVE
HSGKHLLO7LUZRWSMLIGJ2UFOVE

Ricardo Panadero, el exsargento de la Policía Bonaerense y último acusado por el femicidio de Natalia Melmann, fue condenado a prisión perpetua por el crimen ocurrido el 4 de febrero de 2001 en la localidad costera de Miramar. Se trató del segundo juicio al policía, quien había sido sobreseído en 2002.

El Tribunal Oral en lo Criminal N°4 de la ciudad de Mar del Plata consideró que Panadero fue coautor del delito “privación ilegítima de la libertad con empleo de violencia, abuso sexual con acceso carnal calificado por la intervención de dos o más personas y homicidio doblemente agravado por mediar el concurso premeditado de más de dos personas y por haberse consumado para lograr la impunidad de los coautores”.

A su vez, los jueces consideraron que el crimen fue cometido en un contexto de violencia de género, abuso y discriminación hacia “una vulnerable víctima y que su muerte debería llevar el rótulo de femicidio”. Sin embargo, aclararon que “la irretroactividad impide que pueda ser considerado como femicidio”. La fiscal de la Unidad Funcional de Instrucción descentralizada de Miramar Ana Caro había pedido que la investigación “sea valorada a través del prisma de la perspectiva de género”.

Panadero mintió al decir que la madrugada en la que Natalia Melmann estaba durmiendo en su casa con su mujer y sus hijos. También entendieron que los testimonios que llevó la defensa fueron contradictorios entre sí y que tampoco coincidían las declaraciones entre la esposa y el policía.

“Puede afirmarse que Panadero ha mentido. Se produjo prueba que permite aseverar que efectivamente ingresó al horario que tenía que entrar, pero que esa madrugada estuvo en Miramar, en la zona de boliches”, explicó el juez Néstor Conti, quien agregó: “Hay claras contradicciones entre los testimonios que trajo la defensa. Los cuatro testimonios difieren sustancialmente y ninguna de las versiones, por sí sola, puede considerarse un elemento de prueba contundente”.

El veredicto de los jueces explica que no hubo prueba suficiente para comprobar que el exsargento de la Bonaerense secuestró a la víctima, aunque aseguraron que “resulta irrelevante saber si secuestró a Natalia” debido a que hubo una prueba que comprobó su participación en el crimen.

    

A 22 años del aberrante crimen, la familia de Natalia Melmann sigue pidiendo justicia. (Foto: Télam)
A 22 años del aberrante crimen, la familia de Natalia Melmann sigue pidiendo justicia. (Foto: Télam)


Según el fallo firmado por los jueces Néstor Conti, Mariana Irianni y Juan Galarreta la prueba de ADN presentada por el particular damnificado no pudo ser rebatida por la defensa, por lo que fue comprobado que “las pericias estuvieron bien hechas en el juicio desarrollado en 2001, pero habían sido malinterpretadas por los jueces”.

De acuerdo a la explicación del perito que analizó el trabajo, el vello púbico se confrontó con el ADN de varias personas y la única que arrojó compatibilidad fue Panadero. Había 33 veces más de probabilidades de que sea compatible con él, que con el resto de la población.

“El resultado de la comparación genética permite establecer la correspondencia entre los perfiles genéticos examinados. No hubo duda de que Panadero llevó a cabo los delitos perpetrados contra Natalia Melman”, concluyeron los jueces.

Panadero había sido sobreseído en 2002 antes de la elevación a juicio de la causa en la que se condenó a prisión perpetua a los oficiales Ricardo Suárez, Oscar Echenique y Ricardo Anselmini. La medida fue revocada tiempo después por la Corte Suprema y finalmente fue juzgado en 2018, aunque resultó absuelto. Sin embargo, el fallo fue apelado por la fiscalía y la familia de la adolescente: en 2019, la Sala III del Tribunal de Casación bonaerense anuló esa absolución y ordenó la realización de un nuevo proceso.

Cómo fue el brutal asesinato de Natalia Melmann

El audio que complica a Sáenz Valiente: "no la pude agarrar"

El 4 de febrero de 2001, Natalia Mariel Melmann, de 15 años, volvía a su casa de bailar en la localidad de Miramar. Alrededor de las 7:00, un grupo de policías interrumpió su paso y, tras golpearla, la obligaron a subir a un patrullero.

Luego, la trasladaron a una precaria vivienda del barrio Copacabana, en las afueras de la ciudad. Allí la torturaron, violaron y ahorcaron con el cordón de su propia zapatilla.

No hubo noticias de Natalia durante los cuatro días que duró su desaparición. Sus familiares y amigos la buscaron a la par de las fuerzas de seguridad, aun sin saber que la policía había participado del monstruoso hecho que iba a conmocionar a todo el país.

Su cuerpo apareció el 8 de febrero, enterrado debajo de un montículo de hojas secas en el vivero “Florentino Ameghino”. Se presume que el cadáver fue dejado allí ese mismo día el crimen y fue encontrado por un chico que paseaba por la zona.

Presentaba moretones en los muslos, quemaduras de cigarrillos en la mano izquierda, el tabique roto y un fuerte golpe en el cráneo. La autopsia reveló finalmente la presencia de cinco perfiles genéticos diferentes y confirmó que, tras haber sido torturada y violada, fue asfixiada con el cordón de su propia zapatilla, que estaba atado en su cuello con un nudo doble. La investigación posterior condenó a prisión perpetua solo a tres de los policías culpables: Echenique, Anselmini y Suárez. También fue condenado Gustavo Fernández, más conocido como “El Gallo”.

Este último recibió una pena de 25 años de prisión por ser considerado la persona que entregó a Melmann a sus asesinos, pero quedó absuelto de los cargos de coautor del homicidio. Actualmente, es el único que se encuentra en libertad, vive en Miramar y trabaja como albañil.