La senadora Di Tullio quiere crear un nuevo beneficio social
La ministra de Economía Silvina Batakis está en Estados Unidos, prometiendo en nombre de Alberto Fernández y, sobre todo, de Cristina Kirchner, que Argentina va a respetar los términos del acuerdo suscripto hace unos meses con el Fondo Monetario Internacional. Mientras tanto por aquí, una senadora, una de las pocas que tiene acceso al despacho de la vicepresidenta, ultima detalles para presentar un proyecto de ley para crear un nuevo beneficio social que implicará millonarias erogaciones.
Se trata de Juliana Di Tullio, representante de Buenos Aires en la Cámara Alta, quien admitió que la semana venidera presentará la iniciativa, que básicamente apunta a la creación de un pago similar a la canasta básica alimentaria, que tendrá como destinatarios a todos los adultos que no alcancen esa línea con sus ingresos mensuales.
“Lo voy a presentar en los primeros días de agosto”, afirmó Di Tullio, aclarando que su idea tiene diferencias con la que postuló un salario básico universal, presentada en la Cámara de colegas suyos, kirchneristas como ella, sólo que vinculados con el dirigente Juan Grabois.
Distancia del proyecto de Grabois
“No estoy estudiando un proyecto de salario universal y el aporte no será un salario mínimo vital porque, primero, el salario implica relación de dependencia, es una relación formal entre un empleador y un trabajador que recibe un salario y tiene derechos”, se cuidó de aclarar la legisladora.
En otro tramo de su explicación, Di Tullio también destacó que no será un beneficio universal. “No les podemos dar a todos los argentinos un salario mínimo vital y móvil, no existe la posibilidad”, dijo.
Según las palabras de la senadora, la iniciativa apuntaría a otorgar un beneficio al universo de personas que, según el Indec, se encuentran por debajo de la línea de indigencia.
Cuánto vale la Canasta Básica Alimentaria
De acuerdo con el INDEC, en junio para alcanzar la canasta básica alimentaria, que fija el umbral superior que se debe pasar para eludir la indigencia, un adulto debía tener ingresos por $15.076,75.
Esto alcanza a 2,8 millones de personas adultas y a 1,4 millón de niños, aunque la parlamentaria aclaró que serán la Anses y el Ministerio de Desarrollo Social los que tendrán a cargo cruzar datos para definir quiénes podrán acceder al beneficio.
“En lo que sí acuerdo con el proyecto presentado en Diputados es en el espíritu que tiene, que es la erradicación de la indigencia”, amplió Di Tullio, quien afirmó: “No podemos permitir que en la Argentina haya indigentes, y menos en un gobierno peronista”.
Alternativas para el financiamiento
La legisladora admitió que el proyecto “tiene un costo social que es considerable, que es alto”, aunque no detalló el monto que implicaría ni cómo se financiaría, justo cuando Batakis ha advertido en reuniones de Gabinete que las cuentas del Estado están en un punto de saturación y es clave bajar el gasto. El mismo mensaje bajó en sus reuniones con funcionarios del FMI e inversores en su viaje por los Estados Unidos.
“Tengo alternativas para poder financiar esto”, aventuró Di Tullio, asegurando que tiene previsto reunirse con la ministra para analizar las fuentes de financiamiento del proyecto. Así, mostró optimista en que podrá convencer a la funcionaria para avanzar con la iniciativa. “No creo que haya una pelea y nos vamos a poner de acuerdo con la ministra”, afirmó.
Tras 21 días de “vacaciones de invierno”, el Senado retomará su actividad la próxima semana. Precisamente, uno de los temas que podría discutir la Cámara alta en su regreso al trabajo podría ser el proyecto que desarrolla Di Tullio.
Hasta el momento, la oposición no fijó una posición oficial sobre la propuesta de salario básico universal, aunque Juntos por el Cambio ya anticipó que no va a votar ninguna iniciativa que implique aumentar la presión impositiva en medio de la crisis económica que atraviesa el país.
De todas maneras, al menos en el Senado el Frente de Todos tendría, junto a sus aliados de fuerzas provinciales, los votos necesarios para aprobar una propuesta como esta. Que pueda superar el debate en la Cámara de Diputados para convertirse en ley, es otra historia.
