El Ministerio de Desarrollo Agrario de la provincia de Buenos Aires ha implementado una medida que permite la caza del jabalí europeo sin restricciones geográficas. Esta decisión se ha tomado como respuesta a la proliferación descontrolada de esta especie exótica invasora, que ha demostrado causar daños significativos en cultivos, ganado y ecosistemas locales. 

El ministro Javier Rodríguez ha enfatizado la necesidad de regular esta actividad para asegurar la protección de la producción agropecuaria y la biodiversidad en la región. La normativa también otorga a los municipios la posibilidad de solicitar excepciones, siempre que estas estén respaldadas por informes técnicos pertinentes. El jabalí europeo figura en la lista de las 100 especies exóticas invasoras más problemáticas a nivel global, elaborada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. 

Su presencia ha comenzado a tener un impacto notable en diversos ecosistemas, así como en campos de producción agrícola y áreas rurales. Entre los efectos adversos más destacados de esta especie se encuentran las alteraciones que provoca en los suelos, la vegetación y la fauna nativa.

 Además, se mencionan las repercusiones económicas derivadas del daño a cultivos y la cría de animales, así como el riesgo de transmisión de enfermedades, incluidas las zoonóticas. Esta problemática ha sido documentada a través de estudios científicos que evidencian los riesgos para la producción agropecuaria, la salud pública y la conservación de la biodiversidad. Es relevante señalar que la caza está prohibida en zonas urbanas y suburbanas, así como en áreas de alta concurrencia pública. 

Se establece una distancia mínima para la caza, permitiendo el uso de armas de perdigones a 300 metros y armas de bala a 1.500 metros de estos lugares. Asimismo, se ha aprobado un Manual Operativo y se exige un permiso específico para la caza y el transporte del jabalí europeo. El Gobierno de la provincia ha indicado que esta habilitación no será permanente, y se llevarán a cabo monitoreos y evaluaciones periódicas para determinar la efectividad de la medida, con la posibilidad de realizar ajustes si los resultados no son satisfactorios.