Mucho se habla sobre las virtudes del té. Y en los últimos años, las variedades de esta infusión se han multiplicado de la mano del nuevo registro de las ventajas que puede ofrecer para el bienestar y la salud.

Por caso, el portal Saber Vivir TV destacó las propiedades en general de los tés, pero detalla los nutrientes saludables del té verde, los cuales ayudan a cuidar el cerebro. Específicamente esta infusión contiene catequinas, un tipo de polifenoles que, entre otras virtudes, mantiene el cerebro joven.

Los polifenoles del té verde tienen también un efecto protector sobre las células del cerebro y favorecen la conexión entre ellas y esto hace que mejoren las funciones cognitivas: memoria, concentración y agilidad mental, entre otras funciones.

Además de esto, al ser fuente de cafeína, esta bebida ayuda a mejorar varios aspectos de la función cerebral, entre los que se incluyen las mejoras en el humor, el control, el tiempo de reacción y la memoria.

La salud cerebral es uno de los aspectos más importantes de la función del organismo y protegerla desde temprana edad ayuda a prevenir afecciones como demencia, epilepsia y enfermedad de Alzheimer, entre otras.

Según explica Medline Plus, sitio web de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, es fundamental reconocer que el cerebro "controla los pensamientos, la memoria, el habla y los movimientos", mientras que además "regula la función de muchos órganos".

"Cuando el cerebro está sano, funciona de forma rápida y automática. Sin embargo, cuando ocurren problemas, los resultados pueden ser devastadores", añade.

Un estudio del Hospital Universitario de Basilea, Suiza, publicado en la revista Psychopharmacology, reveló que las propiedades antioxidantes del té verde aumentan la conectividad entre la corteza frontal y parietal del cerebro. 

En la investigación participaron 12 voluntarios sanos con una edad media de 24 años y la mitad de ellos recibió una bebida basada en leche que contenía 27,5 gramos de extracto de té verde, mientras que la otra mitad recibió la misma bebida, pero sin el té. Ninguno de los participantes sabía qué contenía la bebida que les habían ofrecido para el estudio. 

A partir de esto, los integrantes tuvieron que realizar una serie de tareas relacionadas con la memoria mientras su actividad cerebral era analizada mediante resonancia magnética y al final del estudio se le realizó un examen a cada uno que determinó que los participantes que habían consumido la bebida con té mostraron una mayor conectividad entre el lóbulo parietal superior derecho y la corteza frontal del cerebro, ambos asociados a un mejor desempeño de las tareas relacionadas con la memoria de trabajo.

La nueva tendencia que tiene propiedades probióticas

Fuente: MDZOL