Se diluye el poder de los piqueteros: ya van 4 meses sin cortes de calles
El último intento de marchar sobre la Avenida 9 de Julio fue en abril. Y la vez que fueron a reclamar frente al Ministerio de Capital Humano la convocatoria fue muy baja
Desde la llegada de La Libertad Avanza al poder, cambió el paradigma de las protestas piqueteras en la calle: hay reclamos, pero ya sin cortes porque marchan sin interrumpir el tránsito. Hasta el dirigente de izquierda más caracterizado con este sector, Eduardo Belliboni, reclama por alimentos para los comedores desde la vereda del Ministerio de Capital Humano, ubicado en Carlos Pellegrini y Juncal, en la Ciudad de Buenos Aires. Además, las convocatorias son exiguas. ¿Qué sucedió para que en menos de nueve meses el Gobierno de Javier Milei plasmara una de sus promesas de campaña que era “terminar con las extorsiones y los cortes de los piqueteros”.
Por su parte, la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, recordó: “Circular por el país parecía imposible. Muchos argentinos pensaban que los piquetes iban a ser eternos. Al llegar el gobierno dictamos un protocolo que regula el modo en que se llevan adelante las protestas y fue avalado por distintas instancias judiciales. Estamos ante un cambio de paradigma en esta materia. Nadie impide que puedan tener su marcha, lo que no van a poder hacer es cortar la calle. Irán por la vereda o a una plaza”.
Tercerización y pérdida de poder
El protocolo antipiquetes fue la primera herramienta utilizada por la administración de Javier Milei para torcerles el brazo, al menos por ahora, a las organizaciones sociales de izquierda y peronistas. Además se implementó la Línea 134 para que beneficiarios de planes denuncien las “coacciones” a las que eran sometidos por algunos dirigentes sociales para que asistan a las marchas.
En la misma línea se encolumnan las políticas que implementó la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello, para quitarles poder después de una batería de auditorías internas que revelaron serias irregularidades en la distribución de los alimentos que recibían por parte del Estado para distribuir entre los sectores más vulnerables. Según esos registros, sólo el 7% de los alimentos que recibieron “fueron rendidos”.
Pettovello les quitó la tercerización de esos bolsones de comida: ahora la asistencia es directa a través de la tarjeta Alimentar Comunidad. También desplazó a los dirigentes de la UTEP que eran funcionarios en el ex Ministerio de Desarrollo Social como Emilio Pérsico, del Movimiento Evita; Fernanda Miño, dirigente del Movimiento Trabajadores Excluidos (MTE) y Daniel Menéndez, coordinador nacional de Somos Barrios de Pie, y actual funcionario del gobernador bonaerense Axel Kicillof. También desdobló el Potenciar Trabajo. Con esa acción les quitó el “poder de dar altas y bajas” del mayor programa de esa cartera. En concreto, dejaban de certificar la contraprestación de los planes que las organizaciones sociales manejaban a través de las cooperativas -que eran las ahora desaparecidas Unidades de Gestión- y que, según las denuncias judiciales, una parte de ellas eran utilizadas para movilizar a personas a las marchas. El hecho quedó reflejado en las llamadas al 134. Por momentos la línea se saturó.
Hasta el 26 de agosto se recibieron 201.333 llamados:, 10.814 fueron derivados; 1.925 denunciaban que los obligaban a asistir a movilizaciones; otras 8.889 denuncias fueron por amenazas y coacciones para asistir a piquetes bajo apercibimiento de quitarles el plan; y 3.493 fueron asesorados según el tema de la consulta. La mayoría de esas denuncias contra organizaciones sociales y piqueteras fueron derivadas a la justicia y ya son investigadas. Ayer el Ministerio de Seguridad registró 210 llamadas, varias de ellas por coacción y amenazas.
Dirigentes sociales cuestionados
Desde la Casa Rosada interpretaron que con las políticas implementadas, no sólo se logró que la comida llegue de manera eficiente a los más necesitados, sino que se “cortó de raíz” con los bolsones de corrupción, se “desplazó a los gerentes de la pobreza” y se “terminó la intermediación piquetera”.
“La política opositora está paralizada y golpeada. Los dirigentes sociales estamos muy cuestionados. La gente del territorio que se movilizaba y marchaba está muy mal, está desencantada, ya no confía en el dirigente social por lo que ve en la noticias, por ejemplo, y sea cierto o no, que se afanaron el morfi de los comedores. Algunos lo vivieron. Hubo malos dirigentes de bases que amenazaban para que se movilicen, para quedar bien con el referente y eso nos afectó. Los dirigentes sociales estamos muy cuestionados”, admite un histórico militante social vinculado al peronismo.
Otro de ellos fue muy crítico con las políticas desarrolladas por el gobierno del Frente de Todos. “La sociedad está muy descreída en general del sistema político que gobernó hasta el 10 de diciembre de 2023, ya sea la variante peronista-kirchnerista a nivel nacional, y kirchnerista-peronista en la provincia de Buenos Aires, sobre todo en el AMBA”. Y destaca: “A los sectores populares no los atrae ni motiva consignas, ni figuras, ni propuestas ni planes de lucha para movilizarse. También fueron derrotados el macrismo y el radicalismo, por lo cual la política está golpeada y paralizada”. Quien habla -pidió no ser mencionado como el resto- integra uno de los movimientos sociales más beneficiados por la administración Fernández y no dudó en apoyar públicamente al ex mandatario cuando la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner lo cuestionó.
Las organizaciones piqueteras están en una reconfiguración. Buscan nuevas formas de protesta, que aún no consiguen plasmar y realineamientos políticos y hasta reordenamientos internos.