En medio del conflicto con Venezuela tras el escandaloso fraude electoral cometido por la dictadura, el gobierno argentino analiza los pasos a seguir y estudia una posible respuesta por parte de algunos de los organismos regionales, como así también una ruptura total de las relaciones con ese país, aunque en ambos casos enfrenta dificultades.

De acuerdo a fuentes oficiales, la canciller Diana Mondino y su vice, Leopoldo Sahores, se encuentran en contacto permanente con el encargado de negocios en Caracas, Andrés Mangiarotti, para conocer de primera mano la situación en ese lugar.

Desde el primer momento, el Ministerio de Relaciones Exteriores puso en duda la transparencia de las elecciones venezolanas y exigió “la revisión completa de los resultados con la presencia de observadores electorales independientes que aseguren el respeto de la voluntad del pueblo”.

Así lo hizo en un comunicado conjunto que firmó con sus pares de Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, en el que también solicitaron “una reunión urgente del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).

El presidente Javier Milei instruyó a sus funcionarios a “ir a fondo” con esta cuestión y una de las iniciativas que tiene en mente su administración es buscar que haya una respuesta contundente por parte de algunos de los bloques regionales, como puede ser la propia OEA.

No obstante, en la Casa Rosada reconocían que para impulsar una medida de ese estilo, era necesario contar con el apoyo de Brasil, presidido actualmente por Lula da Silva, quien por el momento mantuvo una posición neutra ante el conflicto, a pesar de la cercanía ideológica con Maduro.

En las últimas horas, el gobierno brasileño celebró este lunes el “carácter pacífico” de los comicios en Venezuela, pero ratificó que aguardará la totalidad de los resultados para pronunciarse sobre la supuesta victoria atribuida por las autoridades electorales al chavismo.

A través de una nota, la administración de Da Silva “reafirma” que “el principio de la soberanía popular debe ser observado por medio de la verificación imparcial de los resultados” y añade que Brasil “aguarda, en ese contexto”, la publicación de todos los datos “detallados por mesa de votación”.

En Balcarce 50 confían en que países como Paraguay, Uruguay, Ecuador y gran parte del Caribe, algunos de los cuales ya firmaron el comunicado conjunto de los Ministerios de Relaciones Exteriores, apoyen la idea de una respuesta regional.

Distinto es el caso de Bolivia, donde hay un gobierno más cercano ideológicamente al chavismo, al punto de que reconoció el supuesto triunfo de Maduro, aunque esto no es una preocupación para la Argentina, ya que tiene menos peso que Brasil en el continente.

El problema de los asilados en la embajada en Caracas

Por otra parte, el Gobierno estudia romper totalmente relaciones diplomáticas con la dictadura venezolana, según reconocieron a este medio fuentes de la Casa Rosada, aunque con esto enfrentan otro conflicto: la suerte de los seis asilados que se encuentran en la embajada argentina en Caracas.

Se trata de Omar González, ex diputado a la Asamblea Nacional, y de otros cinco dirigentes muy vinculados a María Corina Machado, principal figura de la lucha contra el chavismo, los cuales son perseguidos políticos desde hace varios meses.

Estos son Magalli Meda, jefa de Campaña; Pedro Urruchurtu, coordinador Internacional Vente Venezuela; Claudia Macero, coordinadora de Comunicaciones de la Campaña; Humberto Villalobos, coordinador Electoral del Comando de Campaña, y Fernando Martínez Motolla, asesor de la Plataforma Unitaria.

Si finalmente la administración de Milei retira a sus representantes del país caribeño, como exigió incluso el propio Maduro, luego del comunicado de la Cancillería, la sede diplomática cerraría sus puertas por tiempo indeterminado y estas personas no tendrían a dónde ir.