Gustavo Cardozo, el padre de una mujer de 36 años que murió el año pasado en el hospital Rawson de la ciudad de Córdoba, contó que antes de fallecer y mientras estaba convaleciente en una cama del hospital, ella llegó a decirle que había sido violada, presuntamente por un enfermero del turno nocturno. La novedad surge apenas una semana después de la denuncia que hizo el marido de otra mujer que está internada con encefalitis de San Luis y lupus en terapia intensiva y que con letra temblorosa le advirtió: “Esta noche me viola”.

Otra denuncia de abuso en el Hospital Rawson de Córdoba

Los dos casos tienen puntos en común y son de una enorme complejidad, puesto que ambos casos las presuntas víctimas tenían cuadros con inflamación cerebral, que puede producir alucinaciones, y dificultades para poder comunicarse. A la vez, llama la atención las coincidencias en el momento en que se habrían producido los ataques y las características de las mujeres, casi de la misma edad, con cuadros críticos similares, en un estado de gran vulnerabilidad.

Débora tenía 36 años, había ingresado al hospital con un cuadro severo de meningitis, agravado por un estado inmunodepresivo originado por su enfermedad de base. Estuvo casi un mes internada y en un momento de su convalecencia, llegó a informarle a su padre que la estaban violando. Para poder comunicarse, Gustavo le acercaba el celular, para que responda por si o por no, con alguna señal. Así llegó a señalar que era un enfermero y que trabajaba a la noche el presunto autor.

Hospital Rawson
Hospital Rawson

Débora falleció por una complicación tras infectarse con una bacteria intrahospitalaria. Era madre de dos hijos, uno de los cuales luego también falleció.

La investigación se encuentra en Fiscalía de Delito Sexual N° de Juan Ávila Echenique, en plena etapa de investigación con recepción de testimoniales, bajo secreto de sumario, informó el abogado Carlos Nayi, quien representa a la familia.

Según informó el medio La Voz, de Córdoba, la investigación buscó individualizar a las personas que trabajaron en contacto con esta paciente, revisó cámaras de vigilancia en los espacios de circulación y buscó más testimonios de familiares de pacientes que estuvieron en el mismo tiempo que Débora internados. Hasta el momento no hubo resultados de relevancia con esta reconstrucción, pero en la fiscalía llaman la atención dos elementos -contradictorios entre sí- que emparentan este caso con el conocido la semana pasada: se trata de pacientes con cuadros que producen alteraciones en la percepción con inflamación cerebral y que reciben medicación que también puede provocar alucinaciones; pero en la otra mano hay una coincidencia en el tipo de presunta víctima, aquejada por una disminución de sus facultades que la volvían más indefensa, con el presunto señalamiento de ataques que ocurren por la noche.

Hospital Rawson de la ciudad de Córdoba. (José Gabriel Hernández / La Voz)
Hospital Rawson de la ciudad de Córdoba. (José Gabriel Hernández / La Voz)

Una denuncia construida letra por letra

Con la noticia de la semana pasada de la presunta violación en el hospital, Cardozo hizo declaraciones en varios medios, en los que contó la historia de su hija. “Ella empezó a manifestarme el día 3 de junio de que había sido abusada, mediante señas o balbuceo que no le salía su voz por estar con traqueotomía, había estado unos días entubada. Y, bueno, a través de garabatos, de señas que me hacía con su dedito sobre la sábana, fuimos deletreando la palabra violación. Yo tomé el celular porque no sabía cómo entenderle lo que ella me decía y se me ocurrió que ella me pusiera en la cama, que me dibuje la letra de la palabra que me quería decir. Ya que ella cuando cobraba la conciencia, porque la tenían dopada en coma farmacológico, creo que se llama, cuando ella despertaba, a medias, pero despertaba, era muy lúcida. Y ahí me pone primero una v corta y después, bueno, la palabra la fuimos armando de a poquito”, relató el hombre.

“En una de las visitas, había un paciente en la cama que estaba al lado, un señor con rasgo norteño. Y mi hija al verlo abrió los ojitos y me apretó la mano como asustada. Y le dije, mi amor, ese es el tipo que te abusó. Y me dijo no con sus ojitos. Y le digo, ¿es parecido? Sí. Y le digo, ¿es enfermero de la mañana? No, me dice. ¿Es enfermero de la tarde? No. ¿Es enfermero de la noche? Sí, me dijo con sus ojitos. El único dato que tenemos es que era un enfermero con rasgo norteño”, relató el hombre.

Evelyn Daiana Carrera
Evelyn Daiana Carrera

Cardozo hizo la denuncia judicial. “Me reiteró tres veces en la visita que había sido violada y al momento de retirarme, pues yo tenía una hora nada más de visita, era una carita de pánico que tenía mi hija, pobrecita. Y bueno, no me soltaba, no quería que me fuera. Y yo con miedo, porque tenía una impotencia total, temor a que se me muriera y a que la dejaran morir”, contó, devastado, el hombre.

Cree que luego de la denuncia, “la dejaron morir”, aunque no puede asegurarlo porque su cuadro era crítico.