Caso Yamila Díaz: exhumaron el cuerpo para la autopsia
Piden que se investigue como femicidio y apuntan contra Enrique Leandro Díaz, ex pareja de la joven de 21 años, a quién ya había denunciado por violencia de género
“Si algún día me pasa algo, sabé que el que me mató fue él”, le dijo meses atrás Yamila Díaz Musa a su mamá. Su expareja, Leonardo Díaz, la acosaba y amenazaba de muerte constantemente pese a tener una restricción perimetral y varias denuncias por violencia de género radicadas en la Justicia.
El lunes 17 de julio, la joven de 21 años había salido a un bar con sus amigos en Tafí Viejo, Tucumán. Díaz fue al lugar y empezó a molestarla, así que ella decidió ir a donde estaban sus hermanos. Cuando volvía a su casa, la interceptó y obligó a irse con él a los golpes. Ambos se fueron en moto y dos cuadras después chocaron contra un poste: ella murió y él salió ileso.
Aunque la causa fue caraturada como “muerte por accidente de tránsito”, la familia de Yamila pide justicia y el cambio a femicidio, ya que sospechan que el episodio fue intencional.
En este contexto, el fiscal de homicidios Carlos Sale, recibió la causa y dispuso que este sábado se realizará la exhumación del cuerpo y se hará la autopsia para determinar las causas de la muerte.
Denuncias y amenazas de muerte: los antecedentes de una muerte anunciada
Yamila había denunciado en múltiples oportunidades a Leonardo por violencia de género. “Le mandaba mensajes de que la iban a violar y la iban a matar. No cumplía las restricciones y ella me había advertido una vez. Me dijo ‘si algún día me pasa algo, sabé que el que me mató fue él”, lamentó su madre.
En esa línea, recordó el intento de asesinato que sufrió su hija en manos de Díaz en su casa: “La tenía encerrada en el dormitorio. La golpeó y la empezó a asfixiar. Cuando salieron del cuarto, estábamos todos sin saber lo que pasaba ahí. Ahí Yamila lo corrió de la casa y le dijo que lo iba a denunciar, que nunca más iba a pasar por eso, y ahora esto”.
La joven tenía 21 años y una beba en común con Díaz, a quien nunca reconoció ni se hizo cargo. Estudiaba Farmacia y trabajaba en el mercado municipal para poder mantener a su pequeña hija.
“Tenía sueños por cumplir, una vida por delante. Se desvivía por su hija. Hoy siento una impotencia tremenda porque no puede pasar lo que pasó con Yamila. Si hubo negligencia que se sepa. Quiero seguir creyendo en la Justicia porque velo por ella”, cerró la mamá.