Qué se sabe hasta ahora sobre la venta de mercadería de Desarrollo Social

Los investigadores hallaron indicios que apuntan a la cadena de distribución de los alimentos destinados a organizaciones sociales de asistencia.
sábado 20 de enero de 2024
AVANCES. Los investigadores apuntan a descubrir en que punto de la cadena de distribución se produjo el desvío de los alimentos y, sobre todo, cuándo comenzó a ejecutarse la maniobra.
AVANCES. Los investigadores apuntan a descubrir en que punto de la cadena de distribución se produjo el desvío de los alimentos y, sobre todo, cuándo comenzó a ejecutarse la maniobra.

La pesquisa en torno a la venta de mercadería que el ministerio de Desarrollo Social debía entregar a comedores comunitarios sacó a la luz la falta de controles adecuados por parte del Estado.

La Policía y la Justicia ya loraron determinar las identidades de varias personas que participaron en la maniobra y ahora apuntan a dar con los responsables de haber lucrado con bienes públicos destinados a paliar los graves efectos de la pobreza.

El jueves, temprano, el ministro de Desarrollo Social, Federico Masso, cumpliendo la orden que le había dado el gobernador, Osvaldo Jaldo, fue a la oficina del fiscal Ignacio López Bustos para brindarle un dato clave.

El funcionario detalló cómo era la distribución de los productos, y a partir de ahí se encendieron todas las alarmas y la pesquisa comenzó a reacomodarse.

Cómo funciona el sistema

Los paquetes de comida, denominados módulos alimentarios, se entregan a personas carenciadas que realizan un trámite para ello, a organizaciones no gubernamentales y sociales, comunas y municipios. Cada uno pesa aproximadamente ocho kilos y contiene fideos, azúcar, yerba, leche y puré de tomate, entre otros alimentos no perecederos.

Se adquieren mediante compra directa. El Ministerio llama a interesados en proveer sus productos y les pide presupuestos. Luego de un cotejo de precios, se elige la mejor propuesta. Cerrado el acuerdo, envían los víveres a la empresa de transporte Hacha de Piedra que está ubicada en la ruta que une Alderetes con el aeropuerto Benjamín Matienzo.

La última compra que concretó el Estado fue cercana a 600.000 kilos de alimentos, lo que equivale a unos 75.000 módulos, cuyo costo fue en promedio de $ 8.000 cada uno.

Un par de semanas atrás, Masso recibió denuncias de que los víveres que eran entregados por Desarrollo Social se ofrecían a la venta en redes sociales.

Efectivos de la ex Brigada de Investigaciones confirmaron la versión y efectuaron varios allanamientos avalados por el fiscal Carlos Sale, en los que secuestraron mercadería y detuvieron a tres sospechosos, a los que un juez les dictó la prisión preventiva.

“Seguimos investigando y aportando datos que pueden ser útiles a la Justicia. Vamos a ir hasta el fondo, tal como lo pidió el gobernador Jaldo”, explicó el Ministro, quien prefirió no dar detalles por temor a entorpecer la investigación.

Modus operandi

Pero algunas líneas ya están siendo analizadas por los pesquisas. Una de ellas es la confirmación de cómo era el sistema de distribución de los módulos.

Las personas retiran los paquetes en el depósito que Desarrollo Social tiene en Lavalle al 2.300, mientras que todos los demás lo hacen del depósito de la empresa de transporte que además es la encargada de entregar la mercadería en fardos y pallets, ya que todos estos beneficiarios después se encargan de repartir de manera individual.

La firma, según reconocieron fuentes vinculadas a la investigación y al Poder Ejecutivo recibía $ 25 millones por realizar esta tarea.

“La mayoría de la mercadería secuestrada fue encontrada en fardos. Eso nos permite sospechar que las retiran de la empresa de transporte”, explicó un pesquisa.

Un dato que surgió apunta a que hay 72 organizaciones sociales que retiran los víveres con este sistema, pero en la provincia no habría más de 24 las reconocidas oficialmente.

“Todo es materia de investigación. Hemos aportado toda la información a la Justicia. Vamos a cambiar este sistema”, adelantó Masso.

Las nuevas autoridades descubrieron que la entrega de los víveres se hacía sin ningún control estatal, aunque los beneficiarios estaban obligados a presentar un CD con información detallada de cuál era su destino.

Más del 50 por ciento de los 600.000 kilos de mercadería eran retirados de los depósitos de Hacha de Piedra.

Una pregunta por ahora sin respuesta es desde cuándo se habría desarrollado esta maniobra. Un dato que podría ayudar a esclarecer este punto es que entre los víveres secuestrados aparecen paquetes de arroz, que no fueron adquiridos por esta gestión, sino por la anterior.