La pelea entre los gobernadores y Nación crece por el Impuesto PAIS
Los mandatarios insisten en coparticipar un 30% del tributo. Los motivos por los que Nación no quiere ceder.
Esta semana continuará la pulseada entre la Casa Rosada y los gobernadores en el marco de la discusión, artículo por artículo, de la ley ómnibus. Se trata de los ingresos que recibirá este año la Nación por el impuesto PAIS, que ganó terreno en los últimos años en la recaudación tributaria y que las provincias quieren que sea coparticipable.
El impuesto para una Argentina Inclusiva y Solidaria, o PAIS, es un tributo que se abona cuando se realizan compras de moneda extranjera para ahorro, para pagar servicios en el exterior o para quienes utilicen la tarjeta de crédito o débito para cancelar consumos en divisa extranjera. Para estos casos, establece un recargo del 30% que forma parte de las cotizaciones del dólar ahorro, el dólar tarjeta o el dólar turista, mientras que para los servicios digitales la alícuota es del 8%.
A mediados de 2023, se llevaron al 7,5% las percepciones para las importaciones, que luego, con la llegada de Milei, se elevaron al 17,5%, a excepción de las importaciones de mercaderías que sirvan para la elaboración de productos destinados a su exportación.
En un escenario macroeconómico de recesión, la recaudación de impuestos -nacionales pero también los provinciales que están atados al nivel de actividad como Ingresos Brutos- podría sufrir una caída en términos reales que ahogue financieramente las arcas de las gobernaciones. Por esa razón, la discusión entre la Nación y las provincias gira en torno de los poco más de 2 billones de pesos que recaudará este año la Nación por el impuesto PAIS.
El motivo principal de la pelea por el impuesto PAIS se explica principalmente en los números, ya que la recaudación de ese tributo pasó de $311.708 millones en diciembre del año pasado a $469.199 millones en enero. Estas cifras representan una suba del 50,5% en un mes.
Las cifras dejan entrever buena parte de la pelea que sigue latente entre los gobernadores y la Casa Rosada. Frente al plan de ajuste que propone la Nación, que incluye un fuerte recorte sobre las transferencias a las provincias, la intención de los mandatarios es apalancar sus ingresos a través de la coparticipación del 30% de la recaudación de ese gravamen.
Sin embargo, repartir parte de ese impuesto generaría varios problemas para el Ejecutivo nacional. En primer lugar, el impuesto País está destinado a financiar en un 70% programas a cargo de Anses y PAMI, y otro 30% se divide en financiar obras de vivienda social del Fondo de Integración Sociourbana, prestaciones del PAMI y otras acciones de fomento del turismo nacional, con lo que coparticiparlo implicaría recortar fondos destinados a esas áreas.
Además, si se tiene en cuenta que el tributo fija un recargo sobre la compra de moneda extranjera, generaría un problema adicional para el desarme del cepo o la unificación cambiaria, una meta que es central para el gobierno nacional dentro de su programa económico.