El miércoles, mientras la tensión se acumulaba en el Congreso, el ministro del Interior Guillermo Francos anticipó que el Gobierno convocará a los mandatarios provinciales para negociar un nuevo pacto fiscal.

Los ejecutivos provinciales insisten en incluir en la votación en particular de la ley ómnibus -que ya fue aprobada en general- la coparticipación del impuesto País. El Presidente envió a sus emisarios a reunirse con Francos, pero no hubo acuerdo y al aparecer tampoco lo habrá.

En la reducidísima mesa chica de Javier Milei -donde no tiene asiento el ministro del Interior- son categóricos. “No se va a coparticipar ese impuesto al margen de lo que intente alguien”, sentenciaron sobre el gravamen al uso de divisa extranjera creado en 2019, que se convirtió en el tercer tributo más importante con el que cuenta el Estado nacional. En otras palabras, en el vértice de poder libertario descartan la coparticipación del impuesto. En enero, a partir de la devaluación y los cambios impositivos, la recaudación por este tributo dio un salto de 1252% y llegó a 469.199 millones de pesos.

La pulseada de Milei y los gobernadores por el impuesto País continúa

¿Pero qué pasaría si los gobernadores y el resto de la oposición juntaran votos para coparticipar el impuesto? En ese caso, Milei podría reservarse la potestad de vetar ese artículo.

En algunos de los despachos más importantes de la Casa Rosada apuestan al camino de la confrontación, el mismo que hizo dudar a la oposición dialoguista a la que finalmente agradeció Milei, minutos después de que el proyecto general fuera aprobado en Diputados. “Los gobernadores van a tener que bajar el gasto”, reiteran algunos de los funcionarios que más escucha el Presidente a propósito del consenso fiscal que quiere rubricar el Ejecutivo.

Cerca de algunos de los gobernadores de provincias productivas de JxC que motorizaron la reunión con Francos del lunes en el Consejo Federal de Inversiones (CFI) y aportaron votos para la aprobación general de la Ley Ómnibus cuestionan la estrategia del oficialismo. “No pueden pedir que reduzcan gastos sin darle algo a las provincias. Hasta ahora el ajuste lo pagan las provincias y aumentan impuestos no-coparticipables ”, advierten.

Un ministro del Gabinete de Milei relativiza la discusión por el gravamen a la divisa extranjera, puesto que tiene una fecha de defunción cada vez más próxima después de que el FMI reiterara la necesidad de acelerar la salida del cepo cambiario.

Francos blanqueó este sábado la posición de Milei y el Gobierno. El Presidente no quiere coparticipar ese impuesto (…) Los gobernadores reclaman por recursos para sus provincias y la Nación recursos para la Nación en este escenario de crisis”, señaló el nuevo jefe de Daniel Scioli en diálogo con Mitre.

El jefe de bloque de Hacemos Coalición Federal, Miguel Angel Pichetto, durante su discurso de cierre en la sesión del viernes, advirtió al Gobierno que deberá enviar cuanto antes un proyecto de ley de Presupuesto al Congreso para evitar manejarse con los valores subvaluados del ejercicio 2023 y para limitar las ampliaciones de partidas por decreto.

Muy cerca del Presidente descartan de plano la sugerencia pública del ex candidato a vice de Mauricio Macri en 2019. “Vamos a trabajar con la prórroga del Presupuesto 2023”, aseguran.

Algunos gobernadores no confían en las gestiones de Francos, porque buena parte de los compromisos que intentan tejer naufragan cuando el ministro los transmite en Casa Rosada.

“Les dijimos a los gobernadores que, una vez aprobado el proyecto, nos íbamos a reunir con ellos para generar un nuevo pacto sobre los recursos coparticipables”, destacó Francos esta semana.

Dentro de ese lote se cuenta la reversión del impuesto a las Ganancias, cuya última modificación -acompañada por los gobernadores del peronismo en el medio de la campaña a instancias de Sergio Massa y el por el entonces diputado Milei, entre otros- desfinanció a las provincias.

También se incluyen los impuestos que figuraban en el capítulo fiscal de la ley que bajó Luis Caputo: bienes personales (que sí se coparticipa) y retenciones (que no se coparticipan). Los gobernadores de Entre Ríos, Córdoba y Santa Fe, sobre todo, resisten el aumento de los impuestos a las exportaciones porque resienten a los productores de sus distritos y no dejan beneficios en las arcas provinciales.

El blanqueo y los fondos fiduciarios de la Nación también están arriba de la mesa; y la discusión por los recursos divide a los gobernadores. Están quienes quieren apurar la coparticipación del impuesto País, mientras hay mandatarios provinciales que prefieren esperar. Hoy varios de esos gobernadores -con votos cruciales en el Senado para lo que viene- siguen al frente de sus provincias.