Las impactantes fotos de la nube tóxica que cubrió Nueva Delhi

La calidad del aire llegó a niveles “peligrosos” en la capital de India, dañada por la contaminación y el humo de miles de incendios de cultivos agrícolas.
jueves 03 de noviembre de 2022
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Nueva Delhi amaneció este jueves bajo un manto tóxico de contaminación y con sus peores registros de calidad del aire en lo que va de año, mientras las autoridades imponen medidas para atajar la emergencia e instan a los habitantes de la capital a compartir coche o utilizar el transporte público.

El índice de calidad del aire (AQI) se mantuvo en la categoría “severa” por encima de los 400, en una escala que contempla un máximo de 500 puntos, unos niveles de contaminación que pueden afectar incluso a gente sana y afectar severamente a personas con enfermedades respiratorias.

La presencia en el aire de peligrosas partículas PM2.5, tan pequeñas que pueden penetrar en el sistema sanguíneo, alcanzó 588 por metro cúbico el jueves por la mañana, según la empresa de vigilancia de calidad del aire IQAir.

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Esto es casi 40 veces más que el máximo diario que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Según IQAir, son niveles “peligrosos” de contaminación.

“Es realmente el peor momento para estar afuera en Delhi. Uno nunca se levanta fresco con esta contaminación”, dijo a la AFP el policía Hem Raj, de 42 años. “El cuerpo se siente cansado y letárgico en las mañanas. Los ojos están siempre llorosos y la garganta rasposa tras pasar horas en las calles de Delhi”, añadió.

Un estudio de la revista Lancet en 2020 atribuyó 1,67 millones de muertes en 2019 en India a la contaminación, casi 17.500 de ellas en la capital.

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El deterioro alarmante de la calidad del aire de Nueva Delhi es habitual en esta época del año, cuando coinciden una serie de factores como la llegada del invierno y la disminución de los vientos que impiden la dispersión de los agentes contaminantes.

El CSE denunció el “inadecuado” transporte público para la megalópolis india y la falta de medidas para reducir el número de coches en las carreteras, así como la necesidad de luchar contra las fuentes de contaminación de toda la región.

Las cuatro formas en que el cambio climático afecta la salud mental

1. La contaminación acústica. Un informe realizado en 2022 por especialistas del PNUMA postuló que a medida que las ciudades crecen, la exposición prolongada a los altos niveles de ruido de las carreteras, los ferrocarriles, los aeropuertos y la industria está afectando la salud mental de las personas. ¿De qué forma? Interrumpiendo nada menos que el sueño y el descanso.

Asimismo, diversos pronósticos indican que en Europa, al menos, 22 millones de personas sufren molestias crónicas por el ruido, mientras que otras 6,5 millones se ven afectadas por trastornos del sueño. En estos casos, quienes corren mayor riesgo son los ancianos, las mujeres embarazadas y los trabajadores.

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En el mismo sentido, el PNUMA destacó formas naturales para mejorar la salud mental y mitigar los efectos adversos de la contaminación acústica. Una de ellas tiene que ver con plantar vegetación en entornos urbanos para absorber la energía acústica, difundir el ruido y reducir la amplificación de las calles. Los cinturones de árboles, los arbustos, las paredes y los techos verdes pueden tener efectos visuales positivos y ayudar a amplificar los sonidos al atraer la vida silvestre a la ciudad. Algunos sonidos, particularmente los de la naturaleza, brindan beneficios para la salud porque entre otras cosas, reducen los niveles de ansiedad.

2. Contaminación del aire. Los datos disponibles indican que el 99% de la población mundial respira aire que excede las pautas de la Organización Mundial de la Salud (OMS): se estima que siete millones de personas mueren prematuramente debido a esta situación. Según la OMS, la calidad del aire es uno de los grandes determinantes ambientales, sociales y económicos de la salud mental; por si fuera poco, también puede obstaculizar el desarrollo cognitivo en los niños. 

Por otro lado, un informe realizado por UNICEF muestra que la exposición a altos niveles de contaminación aérea podría provocar problemas psicológicos y de comportamiento durante la infancia. El trastorno por déficit de atención con hiperactividad, la ansiedad y la depresión son sólo algunos ejemplos que citó el organismo.

Bajo estos preceptos, la OMS, el PNUMA, la Coalición Clima y Aire Limpio y el Banco Mundial, presentaron en conjunto una serie de soluciones que los gobiernos pueden promover para combatir estos males. Las medidas están centradas en la movilidad eléctrica, en caminar y andar en bicicleta y en otras opciones que son bajas en emisiones de carbono. ¿Para qué? Para que los países mitiguen el cambio climático. Esta campaña, denominada BreatheLife, también destaca la importancia de abordar la contaminación procedente de la industria, del transporte, de la gestión de residuos, de los hogares y de la agricultura.

3. Contaminación química. Si bien son los principales contribuyentes para las economías mundiales, los productos químicos en el medio ambiente generan un problema de salud de dimensión mundial. Por lo tanto, su manejo adecuado es esencial para evitar riesgos en los humanos y también en los ecosistemas. No por nada las investigaciones muestran que uno de cada tres niños tiene niveles de plomo en la sangre que pueden estar asociados con una disminución de la inteligencia, con dificultades en el comportamiento y con serios inconvenientes de aprendizaje.

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En ese contexto, el PNUMA está trabajando en estrecha colaboración con sus socios para desarrollar soluciones generales que defiendan la gestión racional de productos químicos y de desechos. El mes pasado, los expertos del organismo acordaron un enfoque estratégico para ayudar a proteger el bienestar planetario.

4. Cambio climático. Recientemente, un panel intergubernamental promovido por el PNUMA informó los alarmantes impactos en la salud mental que dejan la exposición a altas temperaturas, los eventos climáticos extremos y las pérdidas económicas y sociales relacionadas a esta problemática. La OMS confirmó esta tendencia con un informe realizado meses atrás que mostró las condiciones de depresión, de ansiedad y de estrés que afloran en estos entornos. El informe pide una respuesta acelerada a esta crisis por parte de los gobiernos, incluidos los esfuerzos para abordar sus impactos en el bienestar psicosocial.

El PNUMA está al frente de mantener -por medio del Acuerdo de París- el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 °C y de apuntar, idealmente, a 1,5 °C. Para lograrlo, el organismo desarrolló una hoja de ruta con soluciones para seis sectores: energía; industria; agricultura y alimentación; bosques y uso de la tierra; transporte; y ciudades. En ese marco, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27) -que se realizará en noviembre de 2022- se centrará entre otras cosas en la adaptación y en las finanzas de aquellas áreas.