El Presidente viajará a la Antártida: no participará del Tedeum

El presidente Alberto Fernández planea viajar a la base Esperanza de la Antártida Argentina para participar allí de la celebración del 25 de Mayo. De concretarse -el traslado depende de buenas condiciones meteorológicas-, el mandatario pegaría el faltazo al tradicional Tedeum en la Catedral de Buenos Aires.

Esta decisión del Presidente obedece a que el mandatario no quiere exponerse a las fuertes críticas que podría lanzar Mario Poli, respecto a los niveles de pobreza y desigualdad en la Argentina. Más aún en un contexto de alta inflación que erosiona, mes a mes, el bolsillo de los argentinos.

Según confirmaron en las últimas horas funcionarios que trabajan en forma cotidiana con el jefe de Estado, se esperará hasta la semana que viene para conocer las previsiones climáticas y así evaluar la factibilidad de un viaje hacia el continente blanco.

“El Presidente quiere ir a pasar el 25 de Mayo a la escuela que hay en la Base Esperanza”, comentó a Télam una fuente cercana a Alberto Fernández. TN pudo saber que las autoridades de la Fuerza Aérea Argentina ya están alistando uno de los aviones Hércules para en caso de que el Presidente finalmente decida viajar.

Alberto Fernández se baja del Tedeum en la Catedral

El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, encabezará el Tedeum en la Catedral. (Foto: NA)
La base cuenta con una población integrada por militares y civiles y tiene como característica distintiva que funciona allí la escuela “Raúl Alfonsín” y una emisora de Radio Nacional.

En tanto, el Gobierno evalúa la posible realización de un festival artístico con motivo de la celebración patriótica que se podría desarrollar en Plaza de Mayo, en la explanada del Centro Cultural Kirchner o en Tecnópolis.

La idea de Alberto de viajar a la Antártida deja casi descartada la posibilidad de que el mandatario participe del tradicional Tedeum que tiene previsto oficiar Mario Poli en la Catedral Metropolitana.

La decisión presidencial de asistir o no al Tedeum del próximo miércoles llega en un momento delicado en el vínculo entre el Gobierno y la Iglesia.

El año pasado, el Presidente siguió la homilía desde Olivos -por teleconferencia-, porque se hizo a puertas cerradas por la pandemia. Ese día, Poli pidió “grandeza” y “diálogo” para enfrentar al Covid. En 2020 había respaldado la estrategia sanitaria del Gobierno.

En los últimos tiempos, la relación cambió: desde la última audiencia entre el Presidente y el Papa Francisco, en mayo del año pasado, una sucesión de cortocircuitos dañaron con el vínculo con el Sumo Pontífice. Y el nuevo faltazo de Alberto al Tedeum, se sabe, no hará mucho por recomponer los términos.