Este 3 de abril de 2021 se cumple un año más de la desaparición de la tucumana María de los Ángeles Verón. Su familia continúa con su búsqueda y la recordó especialmente hoy a través de las redes sociales.

María de Los Ángeles Verón tenía entonces 23 años y vivía con su pareja, David Catalán, padre de su hija Sol Micaela. Por recomendación de una vecina, Patricia Soria, enfermera de la Maternidad de San Miguel de Tucumán había acudido allí para colocarse un DIU, ese día fue a hacerse estudios ginecológicos; le habían remarcado que debía acudir con su DNI. Susana Trimarco, su madre, empezó a buscarla al ver que no regresaba. 

Ese mismo día hizo la denuncia. La intensa búsqueda hizo que empezaran a surgir indicios y testigos de que podía haber sido llevada a La Rioja. Con el testimonio de una víctima rescatada, Fátima M., surgieron nombres como Liliana Medina, madama de varios prostíbulos, sus hijos Gonzalo Gómez y el Chenga Gómez, que también estaban en el “negocio familiar”. 

Fátima sostuvo haber dormido junto a Marita en la casa de Daniela Melhein en Yerba Buena, Tucumán, a donde había sido trasladada desde La Rioja y luego vuelta a trasladar. Así, a lo largo de los años, otras víctimas rescatadas, que lograron escapar de las redes de trata, afirmaron haber compartido cautiverio con Marita, haber estado presente cuando la llevaban a la Rioja y haber visto cómo modificaban su aspecto mediante tintura del cabello y lentes de contacto de color. 

Según las investigaciones, Marita fue secuestrada para utilizarla en una fiesta sexual, su primer destino de explotación. Logró escapar, pero la volvieron a atrapar. Una trabajadora sexual contó que pasó por manos de un proxeneta, quien la tuvo en su casa y a los dos días la vendió en 2.500 pesos a una whiskería de La Rioja.