El Museo Timoteo Navarro reabrirá sus puertas
El sábado 26, domingo 27 y martes 29 de abril se presenta "Umbral". Con entradas agotadas, se habilitarán nuevos cupos para próximas funciones.
¡Gran noticia para los amantes del arte y la cultura en Tucumán! Después de cinco años de espera, el Museo Provincial de Bellas Artes Timoteo Navarro está listo para abrir nuevamente sus puertas al público. Y lo hace de una manera muy especial con la muestra “Umbral”, una experiencia artística performática que promete cautivar a todos los asistentes combinando danza, canto y música en un entorno inigualable.
Las presentaciones tendrán lugar los días 26, 27 y 29 de abril, y se desarrollarán en diferentes áreas del museo, que vuelve a la vida mientras se continúan con las tareas de reacondicionamiento. Aunque las entradas para esta primera fase ya están agotadas, ¡no te preocupes! Pronto se habilitarán nuevas funciones, así que mantente atento a las redes sociales del Ente Cultural y su canal de WhatsApp Cultura Tucumán para no perderte la oportunidad de ser parte de este renacer cultural.
Lo interesante de esta reapertura es que, aunque aún quedan pendientes algunos trabajos de remozado en las paredes y salas, se trata de una propuesta innovadora que invita a los tucumanos y turistas a experimentar el edificio en su estado actual. Es una forma de disfrutar del arte mientras se espera la culminación de las obras, un "mientras tanto" cultural que sin duda enriquecerá tu experiencia.
Sol Rodríguez Díaz, la directora del museo, ha destacado que esta reapertura será simbólica, ya que solo una parte del edificio estará habilitada para la performance. Y, como si esto fuera poco, el 29 de abril coincide con el Día Internacional de la Danza, lo que convierte este evento en una celebración aún más significativa. Así que no te quedes afuera de esta propuesta única.
Sobre el edificio
La sede actual del Museo Provincial de Bellas Artes es un referente de las principales obras públicas construidas en Tucumán en las primeras décadas del siglo XX.
El proyecto fue concebido entre los años 1905 y 1908 por el arquitecto belga Alberto Pelsmaekers (Bruselas, 1855 - Buenos Aires, 1923), quien se desempeñaba por aquella época como técnico del Departamento de Obras Públicas de la Provincia. Este Arquitecto también fue autor de los proyectos edilicios del Rectorado de la UNT y el Arzobispado de Tucumán.
La empresa Médici Hnos. tuvo a su cargo la construcción de este inmueble que estaba destinado a albergar al Banco de la Provincia de Tucumán, el que no poseía un edificio propio. Posteriormente, funcionó allí, durante un largo período, el Consejo Provincial de Educación.
El estilo arquitectónico del museo responde a una influencia académica francesa de la cual este edificio es uno de los más imponentes ejemplos que existen en la provincia. En una crónica de la época se menciona: ”fachada de dos plantas, ornada simétricamente, cuyo eje central se enfatiza por la amplitud de los vanos y el frontis (…) por detrás el volumen de la cúpula, correspondiente al vestíbulo (…).
Ciertamente, Pelsmaekers dotó al inmueble de una magnífica fachada de dos plantas, rematada por una cúpula en el eje, solución arquitectónica de jerarquía, reservada solo a los edificios significativos.
El arquitecto resolvió el espacio central con columnas de hierro fundido, un material audaz para ese tipo de edificio, y un techo móvil y vidriado, tipo claraboya, logrando uno de los ámbitos edilicios mejor concebidos en la ciudad de Tucumán. El sistema de ventanas con vitrales de temas modernistas logró otorgar una calidez especial a este ambiente El hall de entrada a doble altura, es coronado por una cúpula superior.
El salón principal, un cuadrado de 20 por 20 metros, tiene un techo sostenido por esbeltas columnas de hierro fundido que marcan un cuadrado menor de 12 por 12 metros. Vitrales con motivos florares y la gran claraboya central, logran un ámbito diáfano y de gran calidad arquitectónica.