La Municipalidad de San Miguel de Tucumán dispuso para este jueves 2 de noviembre un asueto administrativo y escolar, por lo que no funcionarán las oficinas de atención al público ni habrá clases en las escuelas y jardines de infantes municipales; con el fin de facilitar la concurrencia de los empleados municipales a las necrópolis para visitar a sus seres queridos.

Durante la jornada, la prestación de los servicios básicos a los vecinos estará garantizada y se brindará de la siguiente manera:  

- Ómnibus: este jueves circularán con la frecuencia habitual de los sábados.   

- Recolección de residuos: el servicio funcionará de manera reducida, con guardias en el microcentro y dentro de las cuatro avenidas principales de la Capital. Se recomienda a los vecinos sacar los residuos domiciliarios recién el próximo viernes 3, cuando el servicio se volverá a prestar con normalidad.   

- Dirección de Salud municipal: la guardia de emergencias médicas, odontológicas y de enfermería atenderá durante este jueves las 24 horas en el CAC Nº 2, ubicado en Marina Alfaro 1449.  

- Mercado Dorrego (avenida Roca y Marina Alfaro): este jueves no abrirá sus puertas.  

- Cementerios municipales: los cementerios del Norte, del Oeste y Jardín, que dependen de la Municipalidad, este jueves recibirán visitas en horario corrido, de 8 a 18. Además, durante la jornada habrá misas para las familias en el cementerio del Norte, a las 12 y a las 18; en el cementerio Jardín, a las 10; y en el cementerio del Oeste, a las 11. 

Por qué se celebra el Día de los Fieles Difuntos

El tradicional festejo nace de la mixtura entre la cultura nahua, originaria del Valle de México, y el catolicismo de los conquistadores españoles y que se extendió al resto de Latinoamérica. Por eso, tiene lugar al día siguiente del Día de los Santos Inocentes, que es el 1 de noviembre.

Esta celebración litúrgica, en cuya víspera -31 de octubre- se celebra Halloween, conmemora el episodio bíblico de la matanza de los niños menores de dos años nacidos en Belén, bajo el reinado de Herodes I el Grande, con el objetivo de deshacerse del recién nacido Jesús de Nazaret. En México, esta fiesta recuerda a los niños muertos, y el día siguiente, 2 de noviembre, es el turno de los adultos con el Día de los Muertos.

La tradición fue continuada por los pueblos de cultura nahua, entre los que estaban los mexicas o aztecas, que veneraban a la deidad Mictlantecuhtli. Este tipo de prácticas, al igual que los sacrificios humanos realizados en la región, fueron vistos como heréticos por los colonizadores españoles, que así como impusieron su dominio sobre los pueblos del Valle de México, abolieron la religión de sus nuevos súbditos.

Pero, no se perdió la costumbre, sino que se adaptó a los nuevos regentes. Los mexicanos coloniales mantuvieron la tradición, uniéndola al calendario litúrgico de los sacerdotes cristianos. De este encuentro o sincretismo nació el Día de los Muertos, cuyas raíces se remontan al pasado, pero en cuya superficie se mantiene la imagen del cristianismo.