En pleno verano, muchos eligen la playa o algún destino cerca de la ciudad para organizar una escapada, ya que no quieren complicarse la vida con tanto viaje o pasar muchas horas arriba de un auto, pero también están los que prefieren alejarse del bullicio de las zonas más turísticas y sumergirse en rincones escondidos. Para estos últimos, hay un pequeño pueblo en el norte del país que es perfecto para desconectarse sin necesidad de ir a los clásicos como Tafí del Valle o las sierras cordobesas.

Entre montañas y con un aire de calma total, este destino poco conocido ubicado en Santiago del Estero tiene una historia interesante que lo hace único y perfecto para visitar. Más allá de su tranquilidad, es especial porque está muy cerca de un reconocido embalse, lo que le suma el atractivo de las aguas termales, para un chapuzón de temporada y una experiencia de spa natural sin igual.

¿Cuál es el pueblo oculto para visitar este verano?

El lugar se llama Villa La Punta y, aunque no es de esos pueblos que aparecen marcados en las guías turísticas, es una zona con un encanto natural. Ubicado a unos 80 kilómetros de la capital de Santiago del Estero, esta localidad se presenta como una opción perfecta para visitar tanto en un viaje corto de fin de semana como para unos días de relax y recorrerla sin apuro. Así, su combinación de paisaje de montaña, clima cálido y poca acumulación de visitantes lo convierten en un destino ideal para los que buscan un descanso sin responsabilidades.

En sus comienzos, las familias que llegaron a instalarse allí se dedicaban principalmente a la cría de ganado y al cultivo de maíz y algodón, aprovechando la fertilidad que otorgaba la tierra y la cercanía con cursos de agua, para llevar adelante sus plantaciones, pero con el tiempo, la comunidad fue creciendo y ganando identidad, lo que hizo que crecieran las actividades a realizar y la cantidad de turistas que lo recorren a diario, sin perder su tranquilidad característica.

Conocé el pueblito del norte rodeado de montañas y aguas termales para descansar

Uno de los momentos destacados en su historia fue la construcción del ferrocarril, que en su momento conectó a muchas localidades de la región y ayudó a que la misma tuviera más movimiento, pero que con el paso de los años y el cierre de algunas de esas líneas la dejó aislada y sin tanta conexión con el exterior, guardando su esencia de barrio oculto. 

En este sentido, más allá de su serenidad, también hay opciones para los aventureros que desean conectar con la naturaleza. Allí, se pueden realizar caminatas entre cerros, recorrer senderos en bicicleta o simplemente sentarse a contemplar el paisaje en piedras del camino. Por su parte, los atardeceres que se visualizan desde las zonas más altas de sus montañas ofrecen postales que quedan grabadas en la memoria, con colores intensos que maravillan y un cielo despejado que parece nunca terminar.

Allí también se puede visitar el  Parque Nacional Copo, un lugar perfecto para los fanáticos de la naturaleza y la fotografía, donde se pueden ver animales únicos de la región, como el tatú carreta, el pecarí chaqueño y muchas especies de aves. De este modo, la comida también forma parte de la experiencia, ya que nunca faltan las empanadas santiagueñas bien jugosas, el chivito asado que se deshace en la boca y las reconocidas rosquitas dulces que son tradición en la zona. 

Cómo llegar a Villa la Punta 

Conocé el pueblito del norte rodeado de montañas y aguas termales para descansar

Llegar a este tranquilo paraíso desde la ciudad de Santiago del Estero es bastante fácil. El trayecto en auto dura alrededor de una hora y media, siguiendo la Ruta Nacional 9 hacia el norte. Las calles están en buen estado, y el viaje es relajante, lo que convierte el recorrido en una oportunidad perfecta para disfrutar del paisaje campestre.

Desde la capital provincial, los visitantes pueden alquilar un coche o tomar el transporte público, que ofrece viajes frecuentes hacia Villa La Punta. Como toda la zona está bien señalizada, los visitantes se aseguran que el acceso al pueblo les sea sencillo, incluso para aquellos que no están familiarizados el lugar.