El industrial azucarera manifestó que tuvieron que demoler el viejo chalet, para preservar el santuario construido en 1932. "La familia Luque vino para quedarse".
A diferencia del industrial Rocchia Ferro, que instó a los obreros a enfrentar a los transportistas, el dueño del ingenio Concepción apuesta al diálogo para superar el conflicto.