La canasta básica total (CBT) subió menos que la inflación el mes pasado, pero aún así se encareció más de $12.000. La línea de indigencia roza los $100.000.

Los relevamientos de abril determinaron que para no caer bajo la pobreza se requirieron ingresos por al menos $208.568 y $119.742 para no quedar en indigencia.

Analistas económicos no son positivos al asegurar que cada vez es más difícil para el ciudadano común afrontar los aumentos dados en los diferentes rubros.

Una familia tipo, de la provincia, necesitó $162.796 para llegar a fin de mes sin preocupaciones, según los datos de la Dirección de Estadística de la Provincia

Un jubilado necesita el equivalente a cuatro haberes mínimos para acceder a alimentos, productos de higiene, limpieza, medicación e insumos, vivienda.

Por la disparada inflacionaria, en un año aumentó el 107,8%. Se necesitan tres ingresos mínimos para cubrir los gastos mensuales de un adulto mayor.

En diciembre de 2019, cuando asumió Alberto Fernández, una familia tipo necesitó $15.584 sólo para alimentarse, y en febrero de este año, requirió $80.483.

Frente a la aceleración de los precios, consultoras advierten que el salario mínimo y los programas sociales no son suficientes para saldar las necesidades.

La canasta básica aumentó 7,2%. Los productos de primera necesidad subieron más del 100% en el último año, superando a la inflación general.

Con este dato, una familia necesitó $67.233 durante enero para no ser considerada en la indigencia. Y $143.207 para escapar de la línea de la pobreza.

Los precios subieron un 9,87% en enero, según informó el Instituto de Investigación Social, Política y Económica. La variación interanual fue del 119%.

La canasta que mide la indigencia subió el 103,8%;los precios de los insumos básicos tuvieron un ajuste mayor al resto de los bienes y servicios de la economía