Uno de los problemas de tener WiFi en casa, es que la red puede quedar expuesta para que otros se conecten y afecten la velocidad de la navegación o comprometan la seguridad de los dispositivos conectadosPor eso es clave si un tercero se ha conectado sin permiso y tomar medidas para expulsarlo.

Aunque parecer un proceso demasiado técnico o complejo, en realidad cualquiera lo puede hacer si sigue ciertos trucos y presta atención a muchas señales, así como mantener los cuidados necesarios para evitar que esta situación se convierta en riesgo para nuestros datos personales.

Cómo saber si hay un vecino o un intruso está usando nuestro WiFi

La primera pista suele estar en el rendimiento de la conexión. Si esta se vuelve inusualmente lenta, las páginas tardan en cargar o los videos se detienen de forma constante, podría deberse a que alguien más está utilizando el ancho de banda. Aunque la causa puede ser una falla del proveedor o un problema del router, también es posible que un vecino o desconocido haya accedido sin permiso.

Las interrupciones intermitentes, las caídas repentinas en la conectividad o la imposibilidad de conectar nuevos dispositivos —incluso estando cerca del router— pueden reforzar la sospecha. De igual modo, si la configuración del router impone un número máximo de clientes, un intruso podría estar ocupando una de las plazas disponibles.

Una de las señales más simples, pero útiles, es la observación de los indicadores LED del router. Si todos los dispositivos del hogar están desconectados y las luces siguen parpadeando, es señal de que hay tráfico de datos y, posiblemente, presencia de un aparato ajeno.

Métodos para identificar dispositivos conectados

Existen varios métodos para revisar qué dispositivos están conectados a la red. La mayoría de los routers permiten acceder a un panel de control escribiendo la dirección IP del dispositivo, usualmente 192.168.1.1, en la barra del navegador.

Una vez dentro, al ingresar el usuario y contraseña —que suelen venir en una etiqueta adherida al equipo— es posible acceder a la lista de dispositivos conectados. Esta sección puede denominarse “Dispositivos conectados”, “Mapa de red” o “LAN Usuarios”, según el modelo.

En esa lista aparecen los nombres o identificadores de los equipos conectados: teléfonos, ordenadores, cámaras de vigilancia o consolas. Si alguno no es reconocido por los miembros del hogar, es probable que se trate de un intruso.

Otra forma efectiva es utilizar la dirección MAC, una especie de matrícula digital única para cada dispositivo. Comparando las direcciones MAC conocidas de los aparatos propios con las listadas por el router, se puede detectar fácilmente una presencia no autorizada.

Si se prefiere una alternativa más intuitiva, se pueden emplear aplicaciones como Fing, WiFiMan o WiFi Monitor. Estas herramientas permiten escanear la red desde un teléfono móvil y presentan un listado con los equipos conectados, su dirección IP, nombre, modelo y sistema operativo.

En ordenadores, programas como Advanced IP Scanner o Acrylic WiFi Analyzer ofrecen funciones similares, con la ventaja de incluir información técnica detallada e incluso alarmas automáticas ante la detección de nuevos dispositivos.

Cómo expulsar al intruso de nuestra red WiFi

Una vez identificado el dispositivo sospechoso, el primer paso es bloquear su dirección MAC desde el panel del router. Esto se hace accediendo a la sección de “Filtro MAC” o “Acceso de control”, donde se introduce la dirección del aparato y se la bloquea tanto para redes de 2,4 GHz como de 5 GHz. Aunque esta medida no es infalible —ya que un atacante experto podría falsificar una MAC— es un primer paso disuasivo.

Otra opción directa y efectiva es cambiar la contraseña del WiFi. Al hacerlo, todos los dispositivos conectados quedarán desconectados automáticamente. Solo podrán volver a acceder aquellos que conozcan la nueva clave. Se recomienda utilizar contraseñas robustas, con al menos 12 caracteres, que incluyan letras en mayúsculas y minúsculas, números y símbolos.

En caso de que los métodos anteriores no resulten eficaces, se puede recurrir al restablecimiento del router a su configuración de fábrica. Esto eliminará todas las configuraciones actuales, incluyendo los dispositivos conectados y las claves almacenadas. Una vez reiniciado, será necesario cambiar de inmediato la contraseña y ajustar los parámetros de seguridad.

Cuáles son los riesgos de que haya un intruso en nuestro WiFi

Permitir que un tercero utilice la red WiFi no solo implica pérdida de velocidad. Si ese usuario lleva a cabo actividades ilícitas, la IP del hogar será la asociada a esas acciones, lo que podría acarrear consecuencias legales. Además, si el intruso logra acceder a otros dispositivos del hogar, podría obtener información confidencial como credenciales bancarias, correos electrónicos o archivos personales.

Vigilar el estado de la red y actuar con rapidez ante cualquier anomalía es también un tema de seguridad informática, y se deben tomar medidas para evitar afectaciones en nuestra privacidad y seguridad.