Telenofobia o miedo a hablar por teléfono
El miedo a coger o hacer llamadas telefónicas puede superarse. Así son quienes no cogen las llamadas.
¿Alguna vez has hecho una llamada telefónica y esperabas con ansia que la persona a la que llamabas no respondiera? En caso afirmativo, es posible que estés sufriendo ansiedad telefónica o telenofobia.
La mayoría de nosotros respondemos automáticamente cuando suena nuestro teléfono; a otros les suda la palma de la mano solo de pensarlo. Ya sea el miedo a cómo suena tu voz o a no saber explicarte, la telenofobia está muy presente en la sociedad, especialmente en los más jóvenes. Lo curioso de esto es la incongruencia con la que nos encontramos dado que vivimos en la era digital y todos llevamos un 'smartphone' allá donde vamos. Pero a la hora de descolgar llegan los problemas.
«Una comunicación en tiempo real, impredecible y sin la posibilidad de edición es lo que provoca el nerviosismo en muchas personas. Añadimos a esto la preocupación por cómo nos perciben los demás y tenemos el cocktail perfecto para la ansiedad», expone Beatriz Gil Bóveda, psicóloga especialista en autoestima, liderazgo e inteligencia emocional y fundadora y CEO de Psique Cambio.
Algunos adultos jóvenes expresan sentir un vacío de habilidades comunicativas verbales, especialmente en situaciones impredecibles que las llamadas telefónicas suelen presentar. Actualmente, con herramientas como WhatsApp, Telegram, o redes sociales como Instagram, TikTok, etc., las conversaciones 'face to face' o las llamadas pueden parecer innecesarias. Pero nada más lejos de la realidad.
Una necesidad
La experta en psicología defiende las formas de comunicación directa porque siguen siendo esenciales en la mayoría de ámbitos de nuestra vida, y el miedo a ellos puede ser limitante. «El núcleo de este miedo a menudo radica en la autoimagen y la autoestima. Las personas que sufren de telefonofobia a menudo temen el rechazo, el juicio o simplemente no están seguros de cómo manejar una conversación en tiempo real sin los recursos que ofrecen los medios escritos, como el tiempo para reflexionar o la opción de editar antes de enviar».
Por otro lado, la inteligencia emocional juega un papel crucial. Aquellos que pueden reconocer, entender y manejar sus emociones, así como las de los demás, tienden a sentirse más cómodos en interacciones directas, incluidas las llamadas telefónicas.
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Cómo superarlo
Una autoimagen positiva y una autoestima robusta son pilares para enfrentar este miedo. Aquellos con alta inteligencia emocional pueden manejar situaciones impredecibles con más soltura, mientras que quienes tienen autoestima baja pueden temer el juicio y el rechazo.
A continuación, Beatriz Gil Bóveda comparte cinco estrategias que ayudan a superar la telenofobia:
1. Reconocimiento activo. El primer paso es reconocer y aceptar el miedo. Al aceptarlo, podemos empezar a trabajar en él.
2. Desarrollo de habilidades comunicativas. Practicar conversaciones cara a cara puede ser una excelente manera de ganar confianza. «Al mejorar nuestras habilidades comunicativas, reducimos el estrés asociado con las llamadas imprevistas», comenta.
3. Refuerzo de la autoestima. Dice la experta que trabajar en nuestra autoimagen y autoestima es fundamental. Al sentirnos seguros de quiénes somos, disminuye el miedo al juicio externo. Busca un profesional de la salud mental para trabajar en tus fortalezas y potenciar tu autoestima.
4. Técnicas de respiración y relajación. Cuando te sientas nervioso al pensar en hacer o recibir una llamada, las técnicas de respiración pueden ser útiles para calmarte y centrarse.
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5. Exposición gradual. Comenzar con llamadas cortas y predecibles puede ayudar a ganar confianza antes de enfrentar situaciones telefónicas más impredecibles.
La telefonofobia es una realidad para muchos, pero no es insuperable. Según Beatriz, al abordar la raíz del problema y trabajar en nuestras habilidades de inteligencia emocional y comunicación, podemos enfrentar y superar este miedo, «fortaleciendo nuestras conexiones en el proceso».