Por qué hacer ejercicio al aire libre es mejor que puertas adentro
La actividad física es esencial para la salud, ya sea en un entorno natural o en espacios cerrados, pero el ejercicio “verde” puede aumentar los beneficios
Vario estudios sugieren que hacer ejercicio al aire libre puede ser una forma fácil de obtener beneficios, no solo para la mente, sino también para la salud, felicidad, forma física y motivación. Esto es especialmente oportuno ahora que bajaron un poco las temperaturas y el otoño invita a disfrutar de una bocanada de aire fresco.
Recientemente, un estudio pequeño se enfocó en los efectos neurológicos del “ejercicio verde”, es decir, actividad física realizada en la naturaleza. Los resultados indican que un breve paseo por un espacio frondoso mejora significativamente la memoria de trabajo y la concentración, mucho más que un paseo de igual duración en un ambiente cerrado.
Katherine Boere, doctoranda en neurociencia de la Universidad de Victoria, lideró el estudio neurológico sobre el ejercicio verde y aseguró que “todo comenzó con sus reuniones a pie junto a sus colegas neurocientíficos”. “Conscientes de la energía que el movimiento podía proporcionarnos, caminábamos y hablábamos con frecuencia”, recordó la especialista.
Boere sospechaba que los paseos por el bosque eran más productivos que quedarse en casa, pero quería confirmarlo. Luego de investigar, descubrió que caminar en general, tanto en interiores como en exteriores, aumenta el flujo sanguíneo cerebral y despeja la mente. Sin embargo, muchos de los estudios previos habían examinado paseos de 30 minutos o más, mientras que las reuniones peripatéticas de Boere duraban solo a mitad.
Para confirmar su sospecha, realizó un pequeño estudio que comparó los efectos de caminar por un área boscosa versus caminar por un área interior similar. Así, descubrió que incluso un breve paseo de 15 minutos por el área boscosa mejoraba significativamente la memoria de trabajo y la concentración, mientras que un paseo de igual duración en el interior no producía el mismo efecto.
El poder de la “fascinación suave”
Para su nuevo estudio, Boere y sus colegas reclutaron a 30 estudiantes universitarios y evaluaron su memoria de trabajo y capacidad de concentración. Les pidieron que caminaran durante unos 15 minutos, alternando entre un interior de edificio y senderos cubiertos de hojas, antes de volver a realizar las pruebas cognitivas.
En la mayoría de las mediciones, el paseo por el exterior superó ampliamente a la versión interior. Los estudiantes se concentraron mejor y respondieron más rápido, resultados que respaldan la teoría científica sobre cómo la naturaleza afecta nuestra mente. Según esta teoría, el mundo natural anima incluso a los más nerviosos a relajarse, reduciendo la avalancha de preocupaciones internas y permitiendo que nuestros cerebros se calmen.
Por lo tanto, la naturaleza proporciona lo que los científicos llaman “fascinación suave”, manteniendo nuestra atención sin exigir un procesamiento intelectual constante. Nuestra sobrecargada atención puede restablecerse y, después, podemos concentrarnos y razonar con más facilidad.
Según Boere, este proceso se suma a los efectos fisiológicos esperados de un paseo sobre el pensamiento, como el aumento del flujo de sangre y oxígeno al cerebro. Por esta razón, ella y sus coautores titularon su nuevo estudio: “Hacer ejercicio es bueno para el cerebro, pero hacerlo al aire libre es potencialmente mejor”.
La naturaleza puede hacer más llevadero el ejercicio duro
Otros estudios sugieren que los beneficios de caminar al aire libre pueden ser aún mayores que una simple mejora en la concentración, ya que puede aumentar la motivación y hacer que el ejercicio resulte menos desalentador.
Un estudio en China realizado el año pasado encontró que las personas jóvenes e inactivas con obesidad que caminaron en un parque o en un gimnasio en días alternos declararon sentir mucho menos estrés y disfrutar más del ejercicio cuando lo hacían al aire libre.
En un estudio anterior, hombres y mujeres mayores indicaron a los investigadores dónde solían hacer ejercicio, principalmente caminando, y luego usaron dispositivos de seguimiento de actividad durante una semana. Aquellos que caminaron al aire libre hicieron unos 30 minutos más de ejercicio a lo largo de la semana que aquellos que lo hicieron en interiores. Incluso cuando el ejercicio es extenuante, puede resultar más fácil y agradable en un entorno glorioso.
En un estudio de 2017 en Innsbruck, un grupo de voluntarios sanos acordaron hacer senderismo por las montañas alpinas sobre la ciudad, subiendo y bajando durante tres horas. En otro día, repitieron el esfuerzo en cintas de correr de un gimnasio que simulaban la pendiente de la caminata.
Los pulsómetros demostraron que el paseo al aire libre había requerido objetivamente más esfuerzo que la caminata en la cinta. La frecuencia cardiaca de los excursionistas había aumentado y permanecido más alta en la ladera de la montaña, pero dijeron a los investigadores que subir la pendiente les había parecido menos agotador y les había dejado más contentos que hacer senderismo en el gimnasio.
Evitar el cemento
Si bien estar al aire libre es bueno, no siempre es suficiente si estás rodeado de edificios y cemento. De acuerdo con una revisión publicada el año pasado, hacer ejercicio en entornos urbanizados al aire libre, que incluyen distritos comerciales y centros urbanos, puede ser menos beneficioso para la salud mental que hacerlo en entornos más verdes y naturales, como parques y bosques.
Además, la duración y la intensidad del ejercicio verde también pueden ser importantes. Según la revisión, caminar o trotar suavemente durante unos 15 minutos en espacios verdes puede ser beneficioso para calmar los nervios, pero menos efectivo si el ejercicio es de mayor duración o intensidad. Un estudio citado en la revisión mostró que correr seis kilómetros por el parque ayudó a calmar a las mujeres, mientras que duplicar la distancia no tuvo el mismo efecto relajante.
En general, según Claire Wicks, asistente principal de investigación de la Universidad de Essex (Inglaterra), 15 minutos de ejercicio verde parecen ser los más beneficiosos para la salud mental, y según investigaciones más recientes, incluso cinco minutos pueden tener beneficios.
A pesar de esto, tanto el ejercicio dentro como fuera, en espacios verdes o grises, siguen siendo buenos para nuestra salud física y mental. Es importante estar activos sin importar dónde o cómo. Si bien el ejercicio al aire libre en un entorno natural puede ser más beneficioso, lo más importante es mantenerse activo.