El tomate es una fruta extremadamente versátil y nutritiva, cuyas propiedades lo convierten en un excelente aliado para la salud. Uno de sus principales beneficios es su alto contenido en antioxidantes, especialmente en licopeno, que ayuda a combatir los radicales libres en el cuerpo. Este compuesto se asocia con la reducción del riesgo de enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer, como el de próstata.

Además, el tomate es una excelente fuente de vitaminas y minerales esenciales, tales como la vitamina C, la vitamina A y la vitamina K. Estas vitaminas contribuyen a fortalecer el sistema inmunológico, mejorar la visión y promover la salud ósea, mientras que su contenido en potasio apoya la salud cardíaca y el equilibrio de los electrolitos.

Cómo tener los tomates en su punto justo

Otro de los grandes beneficios del tomate es que es bajo en calorías y alto en fibra, lo que lo convierte en un alimento ideal para quienes buscan mantener una dieta equilibrada. Su aporte de fibra favorece el tránsito intestinal y ayuda a mantener la sensación de saciedad por más tiempo.

El consumo regular de tomate puede mejorar la salud de la piel, ya que los antioxidantes como el licopeno y el betacaroteno protegen contra los daños causados por la exposición solar. Esta fruta, también, posee propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir la inflamación en el cuerpo, lo que puede contribuir a prevenir enfermedades crónicas y a mejorar el bienestar general.

Si bien es común encontrar tomates verdes que necesitan tiempo para madurar, existen trucos sencillos para acelerar este proceso y disfrutar de su sabor en su punto justo:

  • Método de la bolsa de papel: colocá los tomates en una bolsa de papel junto con una fruta que libere etileno, como una manzana o un plátano. Este gas natural acelera la maduración.
  • Exposición al sol: dejá los tomates en un lugar donde reciban luz solar directa, como una ventana soleada, para que maduren de manera gradual.
  • Recipiente cerrado con frutas maduras: guardar los tomates verdes en un recipiente cerrado junto a frutas maduras genera un ambiente con mayor concentración de etileno, lo que acelera el proceso.
  • Horno tibio: colocar los tomates en una bandeja y meterlos en un horno tibio (apagado) después de usarlo es otra forma rápida de ayudarlos a madurar sin cocinarlos.