El colágeno está presente en las publicidades sobre dermocosmética que pueden invitar a pensar que es una sustancia vinculada exclusivamente a la piel, cuando en realidad forma parte de la estructura básica de huesos, articulaciones o músculos, pero también de venas, arterias, córneas o dientes.

Tanto en lo referente a la piel como a la salud articular, el déficit de colágeno cobra protagonismo a partir de la mediana edad y, según los expertos, desde los 40 años, el cuerpo produce la mitad de colágeno que en la adolescencia. Sin embargo, además de la edad, hay otros factores que pueden alterar la generación de esta proteína, como situaciones de estrés crónico, carencias nutricionales o la menopausia.

La amenaza de este déficit alentó que el colágeno sea uno de los productos más demandados en el mercado de los suplementos, cuando lo cierto es que ese compuesto sintético no va directamente a las articulaciones. En este sentido, desde la Academia Española de Nutrición y Dietética apuntan que lo adecuado es seguir una dieta que contenga los nutrientes necesarios para estimular la síntesis de esta proteína.