Tras la salida de Diana Mondino, el Gobierno anunció que realizará una auditoría exhaustiva en el Ministerio de Relaciones Exteriores. El reemplazo en la Cancillería será Gerardo Werthein, quien asumirá con la misión de identificar a aquellos funcionarios que, según el Ejecutivo, podrían estar promoviendo agendas contrarias a los principios de la gestión actual.

En un comunicado, el Gobierno justificó la medida como parte de su objetivo de fortalecer los valores democráticos en la política exterior argentina y distanciarse de regímenes que violan los derechos humanos. El texto subraya que la administración se posiciona abiertamente contra gobiernos como el cubano, en una postura de defensa de la libertad.

Werthein asume como canciller en un contexto de reestructuración en la diplomacia argentina. La auditoría prevista abarcará al personal de carrera de la Cancillería y tiene como fin identificar y depurar influencias ideológicas que, según el Gobierno, se oponen a la defensa de la libertad que esta administración busca promover en el territorio nacional.

La decisión ha generado polémica por la interpretación de una posible “persecución ideológica” en el cuerpo diplomático. El Gobierno, sin embargo, reafirma que la República Argentina defenderá los valores de libertad en cada foro internacional en el que participe.