Milei debuta en la cumbre del Mercosur
El mandatario estará este viernes en la cumbre del organismo, del que recibirá la presidencia pro tempore; el libertario quiere avanzar en un tratado con Donald Trump
Bajo el enorme incentivo de un esperado e histórico acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea, Javier Milei tendrá este viernes en Montevideo su primer encuentro formal con el presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, en la 65 cumbre del bloque regional. Será además su debut en una reunión del pacto sudamericano.
Esta será la primera cumbre del Mercosur de Milei. En la reunión celebrada a mediados de año en Asunción decidió ausentarse para no encontrarse con Lula. Sin embargo, ambos mandatarios se vieron y saludaron en un frío encuentro informal antes del inicio del G20 celebrado a mediados de noviembre en Río.
Ahora Milei tomará la presidencia pro-témpore del bloque durante los próximos seis meses.
En la reunión estarán los presidentes Luiz Inácio Lula Da Silva (Brasil), Santiago Peña (Paraguay), Luis Arce (Bolivia), y los anfitriones Luis Lacalle Pou, mandatario saliente de Uruguay, y Yamandú Orsi , el presidente electo que participará. como invitado. La sorpresa es que se encuentra a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , en una clara señal de que el proceso de negociaciones llegaría a su fin.
“Tocamos tierra en Latinoamérica. La línea de meta del acuerdo UE-Mercosur está a la vista. Trabajemos, vamos a cruzarla. Tenemos la oportunidad de crear un mercado de 700 millones de personas, la asociación de comercio e inversiones más grande que el mundo haya visto. Ambas regiones se beneficiarán”, escribió la funcionaria europea en su cuenta de X.
Cuál es la agenda de Javier Milei en Montevideo
El mandatario argentino viajará a la capital uruguaya con su nueva estrategia que prioriza el pragmatismo en ciertos puntos de su política exterior. Al contrario de lo que se barajó en un principio, no irá a romper el pacto sudamericano, sino a intentar abrirlo y flexibilizarlo.
El plan, similar al impulsado por el presidente uruguayo saliente Luis Lacalle Pou, prevé que cada país pueda negociar sus propios acuerdos comerciales en forma individual, algo que prohíben los estatutos del mercado regional.
En ese marco, Milei planea avanzar con un acuerdo de libre comercio con Estados Unidos, tras la asunción de Donald Trump, tal como lo hace Uruguay con China, a pesar de las fuertes reticencias de Brasil.
Una salida que baraja la Cancillería es que el propio Mercosur negocie acuerdos marco con otros países o bloques comerciales y que cada miembro del pacto quede habilitado para profundizar esa unión en forma individual.
Pero la salida de Lacalle Pou del gobierno uruguayo le quitará a Milei un aliado ideológico en el bloque. Será reemplazado en marzo por el centroizquierdista Yamandú Orsi, socio natural de Lula y que fue invitado a esta cita. En tanto, Bolivia se sumó al bloque a mediados de este año con membresía completa. Su presidente socialista, Luis Arce, mantiene una sintonía fina con Brasilia.
Sin embargo, el presidente argentino es cercano a su par paraguayo, Santiago Peña.
Por eso esta cumbre cobra una relevancia extra. Será el primer enfrentamiento ideológico cara a cara que tendrán Milei y Lula, como exponentes de las dos posturas en disputa. Las reuniones serán a puertas cerradas y la tensión es evidente en las distintas delegaciones.
Si bien ambos presidentes no se reunirán en forma bilateral, mantendrán un duelo dialéctico en la reunión formal del grupo. Ya en la reciente cumbre del G20 en Río, el mandatario colombiano, Gustavo Petro, afirmó que tuvo un ríspido debate con Milei, cuyas imágenes estarían solo en poder de la delegación argentina, según denunció.
Qué pasará con el acuerdo UE-Mercosur
Pero el plato fuerte de esta cumbre regional será el tratado comercial entre la UE y el Mercosur. Se espera que este mismo viernes se anuncie el cierre de las negociaciones técnicas.
De hecho, el acuerdo se había cerrado en 2019 tras más de 20 años de dilatadas conversaciones. Pero la UE pidió añadir un anexo en el que reclama más garantías a los países sudamericanos de que se atendrán al Acuerdo de París sobre el clima y a la legislación laboral internacional. Ambas cuestiones están en el texto final.
Pero más allá del optimismo que reina en el Mercosur y en la propia presidenta de la Comisión Europea, el tratado enfrenta la durísima oposición de Francia y las dudas de Italia y otros países de la UE, como Austria y los Países Bajos.
El presidente francés, Emmanuel Macron, reafirmó su postura este mismo jueves: consideró al tratado “inaceptable en su estado actual”.
“Continuaremos defendiendo sin descanso nuestra soberanía agrícola”, aseguró.
Pero la Comisión Europea, empujada por Alemania y España, está decidida a concretar el acuerdo. Quiere aprobarlo antes de la asunción de Trump en Estados Unidos como remedio a las amenazas crecientes del presidente electo de aplicar aranceles indiscriminados.
Si se cierra el acuerdo, la UE necesitará ratificarlo a través de al menos 15 países del bloque, que representan el 65% de la población europea. Además, deberá pasar por el examen del Parlamento Europeo.
El tratado, de concretarse, crearía la mayor zona de libre comercio del mundo con 700 millones de consumidores y un PBI combinado de 21,3 billones de dólares.