La pelea entre los mandatarios provinciales y el gobierno de Milei tuvo varios capítulos pero el viernes escaló con el encendido discurso del gobernador Ignacio "Nacho" Torres de Chubut en un acto en Comodoro Rivadavia que organizó el Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut en defensa de la Industria Hidrocarburífera y el Trabajo en la Cuenca del Golfo San Jorge. "Le damos tiempo al Gobierno nacional hasta el miércoles. Si el miércoles no nos quitan la pata de encima no va a salir ni un barril de petróleo más de Chubut para la Argentina", aseguró Torres.

Todos los gobernadores patagónicos, a pesar de ser de diferentes fuerzas políticas publicaron un comunicado conjunto en respaldo a Ignacio Torres, titular del ejecutivo provincial de Chubut, en reclamo por la “retención ilegal de 13.500 millones de pesos” del Gobierno nacional, según aseguraron. Apoyaron a Torres todos los gobernadores de Juntos por el Cambio y también los peronistas, a excepción de uno: Osvaldo Jaldo.

El tranqueño no está de acuerdo con el reclamo que emprendió por el gobernador Torres (PRO). Sucede que, explican sus allegados, el dinero que le descontaron al sureño en febrero no tiene que ver con que no se están acreditando montos de la Coparticipación en sí, sino que se le están descontando la deuda con la Nación por el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial. Una herencia que dejaron los ex gobernadores a sus sucesores. En el caso de Torres, fue un vestigio de la administración de Mariano Arcioni. Probablemente, Jaldo se haya acordado de Manzur cuando le descontaron su parte (la deuda tucumana sumaria $30.000 millones). Este había sido uno de los puntos de negociación entre los gestores provinciales y la Nación durante el tratamiento de la Ley Ómnibus.

Esta no es la primera vez que el tucumano se diferencia del resto. En los primeros momentos de Milei en el poder central, Jaldo se había despegado de sus iguales peronistas, más precisamente de los kirchneristas. Había desmentido haber firmado un comunicado que criticaba la gestión y que había impulsado el bonaerense Axel Kicillof. Luego, durante el tratamiento de la Ómnibus, rompió el bloque de Unión por la Patria, lo que fue considerado como un sacrilegio por una porción grande del justicialismo nacional. Formó su propio equipo de tres diputados y avaló la normativa que quedó trunca.

Agustín Fernández, Gladys Medina y Elia Fernández, que responden directo al mandatario provincial crearon el nuevo bloque al que bautizaron "Independencia". No solo votaron a favor de la ley en general, sino que después aprobaron todos los artículos en particular hasta que el oficialismo retiró el proyecto y lo volvió a girar a comisión.

El alejamiento de los tres tucumanos de Unión por la Patria dejó al bloque con 99 legisladores y provocó reacciones. "El que traiciona una vez, lo hace dos veces. Hay que estar atentos. detrás hay cosas concretas como recursos y aprietes a las provincias", señaló Germán Martínez, titular del bloque opositor peronista.

"Hay que ver la historia, Roma no paga traidores. Lo de Tucumán es una vergüenza. Han nacido con el voto popular del peronismo y terminaron rompiendo el bloque a cambio de nada", apuntó uno de los líderes de la CGT, Héctor Daer.

Las paredes de la Casa de Gobierno escucharon que el agradecimiento nacional no sólo estaría llegando en forma de palabras. Por ello, quizás, el convencimiento del gobernador solo.