Esta medianoche comenzó una huelga en las empresas de autobuses que no han cumplido con el aumento salarial acordado para los trabajadores, tal como lo ha anunciado la Unión Tranviarios Automotores (UTA).

La protesta, que adoptará la forma de una "retención de tareas", se limitará a las empresas que no han cumplido con el acuerdo, mientras que aquellas que sí lo han hecho operarán normalmente.

Pero el jueves el sindicato denunció que ciertas compañías de autobuses no estaban aplicando el "Artículo 6 de la Resolución Conjunta de la Secretaría de Gestión del Transporte y la Secretaría de Articulación Interjurisdiccional". Dicha resolución permitió el desembolso de fondos para resolver un conflicto que se originó a principios de junio.

En tiempo y forma

Ayer, el Ministerio de Transporte afirmó que las empresas habían recibido los fondos necesarios para pagar los salarios con el aumento acordado a tiempo. Según el Ministerio, la amenaza de huelga de la UTA es principalmente un problema entre las empresas y los trabajadores.

Fuentes oficiales confirmaron hoy esta postura ante El Cronista y agregaron que "varias empresas ya han pagado los salarios con el aumento acordado, mientras que otras han pagado sin el incremento formalizado por resolución del Ministerio de Trabajo y Transporte, aunque ya disponen de los recursos para hacerlo".

Las empresas, sin embargo, desafiaron la postura oficial. Según la Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), la resolución del Ministerio de Transporte que dicta las escalas salariales es ilegítima. Además, argumentan que no tienen fondos suficientes, ya sea a través de tarifas o subsidios, para cubrir el aumento salarial.

En respuesta a esta situación, la UTA ha confirmado la huelga para aquellas líneas donde no se ha cumplido el acuerdo. Según fuentes oficiales, el Gobierno está considerando presentar una demanda contra las empresas que no cumplan por malversación de fondos estatales.