En la recta final rumbo a la segunda vuelta electoral del domingo, el aparato estatal salió a alentar la campaña del miedo contra Javier MileiSucedió a través de distintas modalidades, que incluyeron gacetillas de ministerios con pronósticos alarmantes de medidas que el oficialismo pretende atribuir al candidato libertario, oficinas y edificios públicos con cartelería sobre el eventual impacto de un gobierno de La Libertad Avanza en el bolsillo de la población y los derechos ciudadanos, universidades de la Capital y el interior del país empapeladas en defensa de la educación pública con cuestionamientos a las iniciativas del economista, así como movidas de trabajadores de organismos estatales y gremios. El despliegue se registra desde el Banco Central hasta la terminal ferroviaria de Retiro, pasando por la Facultad de Derecho de la UBA y la ex-ESMA, entre otras dependencias.

Gran parte de esta jugada estuvo en manos del Ministerio de Transporte de la Nación en las últimas semanas, e incluso ayer, cuando un mail institucional del área de Prensa y Comunicación informó que solo 1655 personas solicitaron la baja del subsidio a los viajes en colectivos y trenes nacionales desde que se habilitó el formulario para renunciar. La convocatoria se abrió el 20 de octubre, a dos días de las elecciones generales, en un intento de exponer lo que significaría una eliminación de los aportes estatales como un dardo a sus oponentes.

Según dijeron, de ese total, solo 512 tarjetas SUBE finalmente validaron la renuncia a la asistencia y apenas 209 fueron utilizadas hasta el momento para realizar algún viaje con el nuevo monto. “Evidentemente la decisión de Milei de quitar los subsidios tiene muy poco respaldo popular y social. Demostramos que es una propuesta fallida, perjudicial para la sociedad”, arengó al respecto el ministro Diego Giuliano.

Ya después de que Giuliano anunciara que los usuarios de transporte público podían decidir si recibir o no el subsidio, aparecieron en las pantallas de las estaciones de trenes mensajes que contrastaban los valores con y sin ayuda pública. “Tarifa trenes Massa: 56,23 pesos; tarifa trenes Milei: 1100 pesos; tarifa trenes Bullrich: 1100 pesos”, señalaban. “Cuando te hablan de subsidio, esa es la diferencia en tu precio”, remataban. Desde la cartera que conduce Giuliano alegaron que se trataba de “una acción gremial”.

Esa jugada se actualizó de cara al balotaje. “Tren Milei, costo mensual $48.400; Tren Massa, costo mensual $2474″, dicen los afiches que la Unión Ferroviaria colocó en Constitución, mostrando el promedio de un viaje ida y vuelta. También hay algunos que muestran la diferencia de tarifa de un pasaje de tren a Mar del Plata. “Con Massa: $2695; con Milei: $23.765″, buscan instalar los autores del mensaje.

La terminal ferroviaria de Retiro, además, hace tiempo que está decorada con una gran bandera argentina que atraviesa todo el edificio y cubre la línea de molinetes: “La privatización de Trenes Argentinos, no a Milei”, fogonea.

El Gobierno, consideró “absurdo” que se le atribuya la campaña del miedo, al considerar que probablemente las distintas acciones estuvieron en manos de “militantes”. Al tiempo que respondió que “históricamente en la Argentina los sectores y los ciudadanos expresan sus ideas en la previa a los comicios”.

Desde el Ministerio de Educación, también se difundieron declaraciones con tono de advertencia. “Hoy estamos discutiendo si queremos mejorar lo logrado en el sistema educativo o vamos a destruir todo”, señaló el ministro Jaime Perczyk durante una recorrida por obras de construcción de escuelas en los municipios de San Vicente y Quilmes. “Estamos hablando de aranceles universitarios de 250.000 pesos por mes, de más de 200.000 para una escuela técnica o de unos 115.000 para un jardín de infantes. Miles de argentinas y argentinos van a quedar fuera del sistema educativo”, remató.

En el Banco Central, cuyo cierre anunció Milei para un eventual gobierno, un cartel con una foto del líder de LLA reza: “Todo esto por una pasantía en el BCRA que no renovó”. Basta con quedarse un segundo delante de la puerta giratoria de la sede bancaria, en Reconquista 266, para ver el mensaje “Cerrar el BCRA, lo único que no se negocia”.

El desmantelamiento de la institución fue una de las promesas que sobrevivieron a lo largo de la campaña del libertario. Milei ratificó que era uno de los puntos que no estaba dispuesto a ceder tras el apoyo de Mauricio Macri. Los dos carteles están acompañados por otro afiche amarillo de una motosierra que dice “Usted cree que está de este lado…” y luego muestra una foto de fuera del edificio y agrega: “Pero estará de este otro, ¿lo ha pensado?”.

Las dependencias de la Anses tampoco se salvaron. “Milei NO”, dice un cartel con la silueta del libertario, pegado en una pared de la oficina en Retiro. Está acompañado por muchos otros. Uno de ellos tiene una imagen de Macri con el líder de LLA en brazos. En otro se lee: “Milei no, fascismo nunca más”.

Abundan, por otro lado, afiches a favor del candidato de Unión por la Patria, Sergio Massa. “Defendemos la jubilación pública, solidaria y de reparto. Defendemos la Asignación Universal por Hijo, por embarazo y las asignaciones familiares. Defendemos el seguro de desempleo. Por más Anses, por más derechos. Nunca más AFJP. Massa presidente”, enumera un cartel de ATE pegado en la sede de avenida Córdoba al 1118. Al lado, hay una imagen del ministro de Economía con un sol radiante arriba de su cabeza con la leyenda: “Todos juntos con Massa”. Esos mismos afiches aparecieron en el Edificio Cóndor de la Fuerza Aérea Argentina.

Se sumó, en las oficinas de Aerolíneas Argentinas del Aeroparque Jorge Newbery, la cara de Massa antes de ingresar a la sala de conferencias donde el lunes se anunció la programación de línea aérea para el verano. La prédica anti-Milei llegó de la palabra el presidente de la compañía, Pablo Ceriani. “El plan de la motosierra y la dolarización implica la pulverización de los salarios y el poder adquisitivo”, afirmó.

El ministro de Obras Públicas de la Nación, Gabriel Katopodis, no solo sembró el temor sobre un eventual gobierno de Milei en su cuenta de la red X, donde llamó a frenar “el peligro de un país conducido por Milei”. Abordó trenes, visitó supermercados y le rogó el respaldo en las urnas a Massa a los habitantes del municipio que maneja, San Martín.

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