El Gobierno evalúa disolver decenas de organismos públicos por decreto
El flamante ministro de Desregulación, Federico Sturzenegger, elabora su primera medida ejecutiva desde que asumió formalmente
El gobierno nacional evalúa disolver alrededor de 60 organismos del Estado. La decisión, que se concretaría a través de uno o de una serie de decretos, forma parte de los planes del Ministerio de Desregulación y Transformación del Estado, a cargo de Federico Sturzenegger, según fuentes oficiales.
La lista del “decreto 51″, como lo llamaron a priori, todavía está preparándose, pero incluirá áreas que funcionan bajo la órbita de los ministerios de manera descentralizada. Los pocos ejemplos que dejaron trascender desde la Casa Rosada son el Instituto Nacional de Juventudes (INJUVE), que depende del Ministerio de Capital Humano bajo la órbita de Sandra Pettovello; el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), que funciona en la Jefatura de Gabinete de Guillermo Francos y donde acababan de nombrar al exfuncionario de Mauricio Macri, Claudio Avruj; y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI) que depende de la cartera de Justicia que conduce Mariano Cúneo Libarona. Pero serán unas 60 entidades, de mayor o menor magnitud.
Los fundamentos no se oficializaron, pero girarán en torno a la idea de que no tienen un fin necesario para la función pública, o que fueron usadas de manera irregular durante la administración kirchnerista para desviar fondos públicos. En lugar de sanearlas, el Gobierno se dispone a suprimirlas.
En su designación como ministro se había establecido que las atribuciones de Sturzenegger tendrían injerencia sobre otras áreas, previa consulta con sus respectivos ministros o secretarios. Pero por ahora, en Desregulación y en las carteras cuyos organismos serán afectados mantenían la reserva sobre la forma en que se articulará el decreto y la fecha en que se pondrá en marcha.
La Casa Rosada había anunciado el cierre del INADI en febrero, como parte de una política “integral” de “desmantelamiento de diferentes institutos” que son “grandes cajas de la política o simplemente lugares para generar empleo militante”, según dijo en ese momento el vocero Manuel Adorni. Pero recién se concretaría a partir del decreto de “Fredy”, como llaman a Sturzenegger los amigos.
El resto de los organismos se mantuvieron en reserva, por ahora. Pero en el organigrama del Estado operan también el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES); el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), el Instituto Nacional de la Música (INAMU); el Instituto Nacional del Teatro (INT) -en Cultura-; Casa Patria Grande Presidente Néstor Kirchner; el Instituto Nacional “J. D. Perón” de Estudios e Investigaciones Históricas, Sociales y Políticas -en Capital Humano- entre varios otros cuya existencia fue cuestionada o asociada a un “curro” del Estado, en línea con el exitoso relato de Milei contra la casta que lo llevó a la Casa Rosada.
El fin principal es recortar presupuesto, aunque probablemente deban gastar millones en indemnizaciones por despidos, o en retiros voluntarios. Y en Gobierno aseguraron que, en el fondo, la medida servirá al plan de terminar con las “trabas del Estado”. “El problema no es la cantidad de empleados, sino tener a esos empleados creando impedimentos desde la estructura”, decía ayer un importante asesor del Presidente en la Casa Rosada. Esa premisa, sin embargo, no implicó que se sostuvieran los empleos para reubicar a los agentes. Y en Gobierno aseguran que está firme la meta de alcanzar las 70 desvinculaciones que se habían fijado poco después de asumir.
Con la medida de Sturzenegger, el Gobierno estará más cerca de cumplir ese objetivo. Pero estas eliminaciones probablemente conlleven un gasto en concepto de indemnizaciones, como en el caso de la agencia de noticias oficial Télam, que luego de innumerables idas y vueltas, fue eliminada por completo y en la que la ejecución de los retiros voluntarios se demora.