"Sabemos que no alcanzamos los objetivos que nos propusimos"
El mensaje final de Alberto Fernández por cadena nacional. “Si algo me reprocho es no haber sido capaz de terminar con la grieta”.

A horas del traspaso de mando, Alberto Fernández brindó este viernes su último discurso como presidente. Lo hizo a través de cadena nacional, en la cual realizó un balance de su gestión, hizo algunas autocríticas y defendió la herencia que deja su gobierno con una recomendación a su sucesor.
“No es razonable pensar en un ajuste”, dijo deslizando un pedido a Javier Milei, quien asumirá el próximo domingo.
El mensaje duró media hora, se grabó a las 11 de la mañana y fue escrito por el propio mandatario con ayuda de Gabriela Cerruti, Julio Vitobello y Juan Manuel Olmos.
Cuando este concluyó, el jefe de Estado saliente se emocionó y provocó el aplauso al unísono de todos los trabajadores que se encontraban en la sala.
En el video, Fernández detalló la situación económica del país que le dejará el líder libertario, que fue electo el pasado 19 de noviembre en el balotaje y quien tomará el mando a partir de la semana próxima.
“El año entrante ingresarán, producto de nuestras exportaciones agrícolas y ganaderas, de nuestras exportaciones de gas y de litio, alrededor de 35.000 millones de dólares. Además, gracias al gasoducto que construimos, dejaremos de gastar 5.000 millones de dólares para importar gas licuado. De aquí hasta el 2030 las estimaciones marcan que las exportaciones sumadas de bienes y servicios crecerán el 80%”
“Con semejante escenario no es razonable pensar en un ajuste que detenga nuestra producción y restrinja el empleo y el consumo que tanto nos ha costado recuperar. Debemos cuidar que bajo el argumento de querer resolver el problema fiscal, no se vulneren los derechos de los que trabajan ni se frustren las aspiraciones de los que invierten y producen”
“Sabemos que no alcanzamos los objetivos que nos propusimos en el fortalecimiento del ingreso, la lucha contra la inflación y la disminución de la pobreza. Porque las circunstancias y el contexto no nos acompañaron y también porque deberíamos haberlo hecho mejor o diferente. Asumí el gobierno en diciembre del 2019 en una situación calamitosa, con altísimos índices de pobreza e inflación y una deuda que nos comprometía por generaciones. Soy plenamente consciente de que el voto popular de ese momento expresaba la esperanza de terminar de una vez y para siempre con esa herencia y que no logramos plenamente el cometido”
“Siento satisfacción con todo lo hecho y construido, pero también siento pesar por no haber podido concretar todo lo que nos propusimos alcanzar. Lo que faltó hacer, lo que nos impidieron hacer, lo que no debimos hacer o lo que debimos haber hecho de otro modo. Sé que en todo tengo responsabilidad. Aun cuando fue singular el momento en que nos tocó gobernar y aun cuando el contexto argentino tornó todo más complejo, no estoy aquí para cargar culpas en otros”