Video: así entrenan los bomberos para rescatar a personas en altura
Con maniobras de riesgo, descensos con camilla y simulacros de emergencia, los cursantes del programa de Operador de Rescate enfrentaron una de las pruebas más intensas de su formación policial
El vértigo no es una opción cuando se trata de salvar vidas. Tampoco lo es el miedo. Así lo entienden los bomberos del Grupo Especial de Rescate y Salvamento (GERS) de la Dirección General de Bomberos, que el viernes protagonizaron la duodécima jornada de un exigente curso que los prepara para intervenir en situaciones críticas donde otros no pueden llegar.
La formación, que comenzó desde cero con técnicas básicas como nudos, anclajes y sistemas de poleas, avanza ahora hacia su fase más compleja: el rescate técnico en altura. “Hoy nos encontramos netamente con tareas de cuerda. Hicimos rescate en antena, descensos con canasta en plano de 45 grados… ejercicios que simulan escenarios reales de emergencia”, detalló el subcomisario Adrián González, uno de los referentes del operativo.
La jornada fue intensa. Bajo la supervisión del oficial principal Maximiliano Gallardo, los cursantes aplicaron en el terreno todo lo aprendido durante semanas. Cada movimiento fue evaluado con precisión. “Se está tomando evaluación en dos etapas: un salto de impacto y la aplicación de todas las técnicas vistas. Es importante que tengan dominio absoluto, porque este trabajo requiere criterio, serenidad y conocimiento técnico en situaciones límite”, explicó Gallardo.
Las maniobras no son meros ejercicios: simulan lo que un operador encontrará en lo alto de una torre, en un pozo profundo o en un edificio colapsado. No hay margen para el error. Cada cuerda debe estar segura. Cada decisión, tomada con claridad. Porque detrás del bombero que desciende por una pared vertical, puede haber una vida pendiendo de un hilo.
La instrucción progresiva, diseñada para fortalecer tanto el cuerpo como la mente, busca formar rescatistas que no solo respondan al peligro, sino que lo enfrenten con eficacia, compromiso y coraje. “Esto no es solo técnica. Es una forma de pensar y actuar en medio del caos”, resumió uno de los cursantes al finalizar la práctica.
El curso concluirá el sábado 19 de abril con las últimas actividades físicas. Dos días después, el lunes 21, se celebrará el acto formal de graduación. Será el cierre de una etapa y el comienzo de otra: la de salir al mundo real, donde las emergencias no avisan y la valentía no es una elección, sino parte del uniforme.