Mateo Di Bari, un ingeniero de 24 años, fue violentamente agredido por un grupo de al menos cinco personas el pasado 25 de diciembre, a la salida de la fiesta Open Air 24 en la bodega Tierras Altas, Luján de Cuyo, Mendoza.

Según denunció su madre, la agresión habría sido perpetrada por jugadores del Marista Rugby Club, quienes, presuntamente, iniciaron el ataque tras una discusión dentro del evento. Mateo terminó con heridas significativas, incluyendo una fractura en la nariz, y debió ser trasladado a una clínica para su atención.

El ataque, registrado en videos que se viralizaron rápidamente, dejó en shock a la comunidad mendocina, recordando otros episodios de violencia extrema. Mateo relató que fue golpeado sin previo aviso mientras esperaba a sus amigos fuera del salón. "Me empujaron contra una baranda y comenzaron a pegarme en la cara, el pecho y la cabeza", explicó el joven, quien además señaló que sus amigos y otras personas que intentaron detener la golpiza también fueron agredidos.

La denuncia presentada ante la Justicia identifica a Telmo Fernández, Fausto Fernández y Facundo Ruiz Gei como algunos de los presuntos atacantes. La madre de la víctima, Verónica Armani, expresó su indignación por la falta de empatía de los agresores y sus familias, quienes no se han comunicado para disculparse o conocer el estado de salud de su hijo. "Esto no puede quedar impune", enfatizó Armani.

El caso, actualmente caratulado como "averiguación de hecho", sigue bajo investigación. Aunque Mateo se encuentra fuera de peligro, los hechos han generado un profundo repudio social y reabrieron el debate sobre la violencia en entornos nocturnos y deportivos recordando tristemente a los sucedido con el asesinato de Fernando Báez Sosa.