Un joven de 22 años quedó detenido esta semana, cuando sus suegros descubrieron que les hizo un monumental robo hormiga en el que les sacó casi 150 millones de pesos durante un año, con los cuales fue comprando distintos bienes de lujo que llamaron la atención de la familia.

El caso ocurrió en la localidad santiagueña de Añatuya, una tranquila ciudad de 30 mil habitantes donde el tema se volvió el chisme del día. El acusado es Sergio Villarreal Miranda, un joven que estaba de novio con "Mily" (22), hija de la familia propietaria de un corralón grande de la zona, ubicado en la esquina de avenida 25 de Mayo y Del Trabajo.

Mily conoció a Sergio hace unos cinco años. La pareja se puso de novio y el chico se ganó la confianza de sus suegros. Tanto fue así que, cuando la pareja decidió convivir hace un año, los comerciantes le cedieron una casa familiar en calle Francisco de Aguirre, en el barrio Polo Norte, y sumaron al muchacho como empleado del negocio.

A fines del año pasado, María Teresa Coronel —madre de Mily— decidió guardar parte de las ganancias del corralón en la casa de su hija. Creyó que allí estaría más segura que en el comercio. Le pidió que escondiera dos bolsos grandes y una valija repletos de pesos, dólares y euros.

Lo que vino después se gestó en silencio, durante meses. Sergio comenzó a hacer un "robo hormiga", y después se engolosinó. Empezó con algunas zapatillas (que llegarían a unos veinte pares en total), después un iPhone. Finalmente terminaría comprando motos, una camioneta y hasta se pagó unas vacaciones a Brasil para él y Mily.

A sus suegros, que también eran sus empleadores, les llamaba la atención el patrimonio. Es que a su casa había llevado una Honda X450 que, supuestamente, era de un amigo. También tenía una Honda Biz de 125cc y una Tornado de 250cc.

Les robó $152 millones a sus suegros para comprar vehículos y hasta un viaje a Brasil

A eso se sumaba una Volkswagen Amarok adquirida en Córdoba, que quedó registrada a nombre de su madre, Alejandra Miranda, de 47 años. Según decía, se estaba dedicando a la compra venta de vehículos.

Pero el miércoles pasado la madre de Mily se presentó en la vivienda para retirar parte del efectivo por primera vez desde que lo había dejado. Lo que encontró fue solo una parte: en los bolsos faltaban 40 millones de pesos y, en la valija, 89.500 dólares y 20 euros. En total, más de 152 millones de pesos, según señala Nuevo Diario de Santiago. La plata estaba distribuida en una valija, una mochila y dos bolsas de plástico

El impacto fue inmediato. Coronel sufrió una crisis nerviosa, su hija la asistió y juntas fueron a encarar a Sergio. Allí confesó que "desde hace tiempo sacaba dinero del lugar donde tenían guardado". “Tranquilícese, señora; yo robé la plata y se la di a mi madre”, habría dicho el joven según medios locales.

La policía de la Comisaría Nº 41 comenzó a investigar y rápidamente detectó que Villarreal Miranda habría sustraído el dinero de a poco, durante todo el último año.

La fiscalía, a cargo de Guillermo Farías, solicitó allanamientos que arrojaron resultados contundentes. En la vivienda de los padres del acusado, en calle Mitre al 200, secuestraron la camioneta, una factura por más de 3 millones de pesos en materiales de construcción comprados en La Banda, 100 dólares, un iPhone, una pistola calibre 22 con 60 proyectiles y dos cargadores con 17 balas de 9 mm. En la casa de la pareja, también incautaron las tres motos. En total, apenas 60 millones pudieron ser recuperados.

Sergio quedó detenido al igual que sus padres, Sergio José Villarreal (52), un exoficial de la Policía ya retirado, y Miranda, a quien le había comprado la camioneta. Los señalan como cómplices.