Este martes en la ciudad de Rosario, un joven de 20 años, identificado como Luis Fernando Lastra, fue formalmente imputado bajo la acusación de haber perpetrado el asesinato de Lorena Itatí Vega, una mujer madre del individuo que originalmente era el objetivo del presunto sicario.

Según señalaron fuentes judiciales, Lastra habría recibido aproximadamente 90.000 pesos como pago por el crimen, provenientes de un recluso que habría financiado el encargo.

Y en este contexto, también se vincula como presunto cómplice a un adolescente de 14 años, quien ya estaba previamente relacionado con el homicidio del policía Leoncio Bermúdez, asesinado en un hospital durante un intento de “rescate” de un recluso que se encontraba internado en el mismo.

La fiscal de Rosario, Gisela Paolicelli, presentó cargos contra Luis Fernando Lastra por el asesinato de Lorena Itatí Vega, imputándolo por “homicidio calificado, agravado por el uso de arma y por la participación de un menor de edad”.

Por su parte, la jueza Valeria Castelli aceptó la acusación y dictó prisión preventiva por dos años al imputado, según informaron desde el Ministerio Público de la Acusación.

Cabe recordar que el crimen ocurrió el 12 de noviembre pasado, cuando Vega fue asesinada con 9 disparos en su domicilio en la zona noroeste de Rosario y según Paolicelli el acusado se bajó de la moto, tocó timbre y cuando la mujer atendió preguntó por su hijo. Como el chico no estaba, Lastra aparentemente disparó, causándole la muerte.

Además, y de acuerdo a lo señalado por la fiscal, Lastra habría recibido el encargo de matar a un joven por parte de un recluso en la cárcel santafesina de Piñero, quien ofreció 100.000 pesos si había heridos y el doble si los sicarios mataban a alguien.

La versión de la fiscal indica que, al no encontrar al joven buscado, Lastra habría decidido asesinar a cualquier persona de su entorno, llevando a cabo el crimen en la residencia de Vega y el presunto sicario habría recibido 90,000 pesos como compensación por sus acciones.

Es de destacar que el domicilio de la víctima ya había sido blanco de disparos el año anterior, sin que se hubieran registrado más incidentes desde entonces. El cuñado de la víctima mencionó la presunta venta de drogas en la zona, aunque no pudo establecer una conexión directa con el reciente suceso.

El barrio Stella Maris, donde ocurrió el asesinato, experimentó un aumento de la violencia en los últimos meses, lo que llevó a la municipalidad a restringir los servicios de atención en el centro de salud local durante las horas vespertinas.

Por otro lado, los investigadores sugieren que el adolescente de 14 años, mencionado como posible cómplice, también estaría vinculado al asesinato del policía Bermúdez. Este joven se presentó la semana pasada ante un juez de Menores, siendo implicado durante la entrevista en el crimen del agente de seguridad.

De acuerdo con fuentes judiciales, el adolescente habría desempeñado el papel de “campana” en la puerta del hospital Provincial, donde tuvo lugar el intento de “rescate” del recluso Gabriel Guillermo Lencina.

Para esa investigación, dos personas ingresaron aquella noche al hospital rosarino y llegaron hasta la habitación donde estaba internado un preso, con la intención de “rescatarlo” y en ese frustrado intento, y tras forcejear con un personal del Servicio Penitenciario, los delincuentes se encontraron en su huida con el policía, que estaba de custodia, y le dispararon en la cabeza.

Lencina, condenado a 22 años de prisión por dos asesinatos, había sido trasladado al hospital el día anterior y la principal hipótesis sugiere que la intención era facilitar la fuga del recluso a través de individuos que intentaron rescatarlo del centro de salud. / Infobae