La plaza Independencia fue foco de manifestación de los estudiantes en el día de ayer. Además del paro de actividades convocado por el Frente Sindical Universitario a nivel nacional, los estudiantes organizaron en la plazoleta principal de la ciudad clases públicas en las que, simbólicamente, se decidió dar la espalda a la Casa de Gobierno, por las quejas sobre la postura del Estado provincial en el asunto.

A su vez, la jornada culminó con una eufórica movilización en contra de las políticas del gobierno de Javier Milei sobre el financiamiento universitario. Docentes, no docentes y jóvenes que aspiran a ser profesionales resaltaron la importancia de continuar con la lucha por una educación pública, financiada y gratuita.

Durante la manifestación que nació en el Rectorado de la UNT y culminó frente a la Casa de Gobierno, también se soltaron algunas voces en contra de la postura del Gobierno provincial frente al veto universitario. 

Profesores y alumnos de distintas facultades establecieron un cronograma de actividades para el día de ayer. La protesta incluyó carteles en defensa de la educación universitaria y clases en veredas del espacio público. En paralelo, siguió la polémica por el accionar de la Policía de Tucumán del miércoles, que impidió que un grupo de estudiantes llevara a cabo una protesta con clases abiertas en la avenida Benjamín Aráoz. Sucede que, ayer por la mañana, las autoridades provinciales protagonizaron un acto en el Parque 9 de Julio por la presentación de 40 colectivos nuevos, también cortando el tránsito. “Es insólito que ayer no nos dejaran reclamar por mejoras en la educación y hoy corten el tránsito sin problema alguno para hacer propaganda. Pareciera que ciertos intereses tienen más valor que los reclamos de los ciudadanos”, criticaron los estudiantes.

A su turno, Jaldo defendió: “no es lo mismo cortar una calle céntrica que una calle intermedia del parque, una cuadra donde hay circulación alternativa a la vuelta”. Y agregó: “los chicos pueden reclamar porque están en todo su derecho, pero el derecho de ellos se termina donde empieza el derecho de los demás. Y si no, que se vayan a Capital Federal. La Policía actúa con directivas concretas del gobernador: no se puede ni se debe cortar ninguna calle en Tucumán”.

Lo sierto es que tras las tomas de universidades y las jornadas de lucha, el sindicato que nuclea a docentes universitarios, Conadu, anunció la realización de una nueva medida. Toda la semana que viene se realizarán “actividades de visibilización” en las facultades y, además, se convocó a un paro de actividades de 48 horas para el lunes y el martes. En Tucumán, la UNT y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) participarán del llamado. 

La inversión nacional en educación cayó un 40% este año en comparación con 2023. La caída fue de 40,2% si se analizan los fondos vigentes para la función “Educación y Cultura” dentro del presupuesto nacional. Si, en cambio, se miran solo los fondos de la Secretaría (ex Ministerio) de Educación de la Nación, la caída este año fue del 43% medida en términos reales, según el último informe del Observatorio de Argentinos por la Educación.

La magnitud del recorte aplicado sobre el sistema educativo es casi del doble del ajuste general del gasto público nacional (21,1%), según surge de comparar la ejecución de 2023 con el crédito vigente de 2024. En otras palabras, la educación recibió un ajuste mayor que el resto del Estado. Y esa caída no llegará a revertirse en 2025, según lo proyectado en el presupuesto, de acuerdo con el documento, titulado “Presupuesto educativo nacional 2025″ y elaborado por Javier Curcio (economista de la UBA y Conicet), María Sol Alzú y Leyre Sáenz Guillén (investigadoras del Observatorio de Argentinos por la Educación). A contramano del discurso del presidente Javier Milei, la “motosierra” nacional afectó más fuertemente a la educación básica (las escuelas) que a la educación superior (las universidades).

Entre 2023 y 2024 (con datos al 22 de septiembre), el recorte de fondos para las universidades fue del 30%. En ese mismo lapso, las caídas fueron del 71% para Conectar Igualdad, 64% para infraestructura y equipamiento, 57% para acciones de formación docente, 57% para formación tecnológica, 55% para fortalecimiento edilicio de jardines de infantes y 54% para becas a estudiantes: esos programas se dirigían a los niveles educativos obligatorios (inicial, primaria y secundaria). A estos recortes hay que sumarles la eliminación, en enero, del Fondo Nacional de Incentivo Docente (FONID), que suponía un aporte de la Nación a los salarios docentes (con una caída del 93%).

El ajuste de la inversión educativa nacional aplicado este año no tiene antecedentes comparables en los 40 años de democracia. Solo hubo una reducción interanual similar en 1992 (con una caída del 41%), como consecuencia de la Ley 24.049 de 1991, que estableció la transferencia de las escuelas secundarias y los institutos terciarios de la órbita nacional a las provincias, en el marco de una reforma estructural del Estado. En los años posteriores del menemismo, la inversión educativa volvió a crecer de la mano de la creación de las universidades nacionales de San Martín (UNSAM) y General Sarmiento (UNGS) en 1992, La Rioja (UNLaR) y Patagonia Austral (UNPA) en 1994, Lanús (UNLa), Tres de Febrero (UNTREF) y Villa María (UNVM) en 1995.

El ajuste educativo nacional de 2024 es mayor al efectuado durante las peores crisis económicas de las últimas décadas, como la de 1989 (con un ajuste educativo nacional del 24%) o la de 2002 (con un ajuste del 15%). Así surge de los datos de gasto público educativo del Ministerio de Economía tomados de un informe previo del Observatorio de Argentinos por la Educación elaborado por los economistas Alejandro Morduchowicz, Leyre Sáenz Guillén y Víctor Volman. Si se observan los últimos 20 años, las mayores caídas interanuales de la inversión educativa nacional (en pesos constantes) se habían dado en 2018 (-11%) y 2019 (-14%).

Entre 2023 y 2024, solo aumentaron de manera significativa los recursos públicos para Trabajo (+115,8%) e Inteligencia (+32,2%). De las 29 “funciones” que contempla el presupuesto nacional, “Educación y Cultura” (-40,2%) figura entre las 11 que recibieron los mayores ajustes. Si se mira el presupuesto por áreas de gobierno (y no funciones), el recorte para la Secretaría de Educación (-43%) fue mayor que el aplicado en el Poder Legislativo (-24,8%) y en el Poder Judicial (-21%). También supera los recortes en los ministerios de Seguridad (-17,7%), Defensa (-17,8%) y Economía (-26,7%), entre otros.

El Ministerio de Educación había recibido el 6,4% del presupuesto nacional en 2023, mientras que en 2024 la participación de la Secretaría de Educación se redujo al 4,6% del presupuesto. En el mismo lapso, la participación de la función “Educación y Cultura” en el presupuesto nacional se redujo del 7,3% en 2023 al 5,5% en 2024.