Caputo avanza con el plan económico para “terminar con la inflación”
Lanzan las Lefi con las que el Tesoro se hará cargo de la deuda del Banco Central; Milei despejó dudas sobre un posible aumento de la tasa de interés de la entidad monetaria
El Banco Central comenzará a ejecutar este lunes su nueva política monetaria de “emisión cero”. Es la misma que anunció el ministro de Economía, Luis Caputo, en una conferencia de prensa hace casi tres semanas, y ahora entrará en juego con el inicio de la operación de títulos de deuda del Tesoro: las Letras Fiscal de Liquidez, también conocidas como Lefi.
Bajo este instrumento el Gobierno trasladó la deuda del Banco Central al Tesoro y, en consecuencia, buscó transmitir el mensaje de “emisión cero”, en el sentido de que la entidad dirigida por Bausili no imprimirá más pesos para financiar la renovación de dichos pasivos que equivalen a aproximadamente $20 billones. Esta jugada supone mayor exigencia para el Tesoro que, ya sin maquinita, el 17 de julio de 2025 tendrá que afrontar el vencimiento de esta deuda que se irá capitalizando día a día, según la tasa de interés nominal anual.
Por este motivo, existía cierta expectativa en el sector financiero sobre una presunta suba de la tasa del Central pero el presidente Javier Milei, en una entrevista con el medio Neura, le restó importancia a dicha posibilidad aunque desde la entidad monetaria no se expresaron al respecto.
Los pasivos del Central que ahora serán letras del Tesoro están en manos de bancos. En este sentido, un representante de la banca privada aseguró que este “traspaso de manos” de quién paga la deuda “no le va a cambiar nada a la gente”. Pese a eso, para el Gobierno resulta una decisión clave que marcó el inicio de la segunda fase de su programa.
En este sentido, Milei declaró que el objetivo de esta etapa es “destruir a la inflación”. De hecho, una de las condiciones que se fijó para avanzar a la siguiente fase del plan económico, la de la salida del cepo, es la convergencia de los aumentos de precios con el crawling peg (devaluación mensual del 2%).
Pero antes de llegar a eso, el Gobierno deberá transitar los primeros pasos de la “emisión cero” y sobre el camino que tiene por recorrer ya deslizó algunos mensajes al mercado. Milei aseguró que las deudas se pagarán “como sea”, en relación a los vencimientos en dólares y, a su vez, Caputo expresó en redes sociales que va a secar la plaza de pesos y que la gente va a “vender dólares para pagar impuestos”.
Desde el anuncio del comienzo de esta nueva etapa, a fines de junio, y su inicio formal, este lunes, pasaron 24 días. En ese período, el contado con liquidación bajó 1,7% con un Central que vendió dólares en el mercado financiero, la brecha se achicó pero el blue aumentó 5,8% y el riesgo país subió 134 puntos.
Caputo tuvo que optar y se la jugó por frenar la suba del dólar y achicar la brecha cambiaria. A juzgar por la reacción de las cotizaciones de los distintos tipos de cambio, el resultado en estos dos primeros días posteriores a los anuncios fue positivo.
Sin embargo, no es suficiente. El objetivo que tiene en mente el ministro de Economía es que la cotización de los dólares financieros se acerque lo más posible a los $ 1.100, pero ello requeriría de una caída adicional cercana al 15% en relación a los precios actuales.
Para eso no alcanza con los anuncios vinculados a una mayor oferta de dólares a través de la venta de parte de las reservas. Al mismo tiempo, también se avanza rápidamente con el objetivo de “emisión cero”, cerrando todos los grifos que generan emisión monetaria.
Uno de ellos es justamente la compra de dólares (con la contrapartida de expansión monetaria), pero además el BCRA lanzó la recompra de los “puts” de los bonos en pesos. Esto implicaría eliminar otra fuente potencial de emisión. El superávit fiscal y la eliminación de pasivos remunerados del BCRA también cancelan canillas de expansión de dinero.
El objetivo detrás de reducir a niveles mínimos la brecha cambiaria (venía del 55% la semana pasada y ahora quedó en 35%) está a su vez relacionado con el plan de eliminar de manera gradual el cepo. En la medida que la distancia entre el dólar oficial y los financieros se achique, la liberación de los controles y unificación cambiaria resultaría menos traumática.
Con esta lógica, tiene sentido concentrarse primero en llevar la brecha a niveles mínimos para luego apostar a una reducción del riesgo país, a partir de la competencia de monedas y la reducción de restricciones cambiarias.