Desinversión y mala gestión: la situación de la producción citrícola tucumana

Pablo Padilla, presidente de la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (ACNOA), habló en la mañana de Los Primeros sobre la preocupante situación actual del sector citrícola en la región, destacando una crisis que se ha profundizado durante los últimos años.

"Hace tres años venimos visibilizando que el sector está en crisis. Hay factores exógenos que son externos al país y otros son endógenos, propios de Argentina", señaló Padilla, haciendo referencia a una combinación de factores internacionales y nacionales que han afectado la producción. Según datos recopilados por imágenes satelitales, se estima que 11 mil hectáreas de cultivo están en riesgo de caer de producción, con 6 mil hectáreas ya perdidas.

En cuanto al mercado de exportación de fruta fresca, Padilla anticipa una caída significativa del 25% debido a la superproducción en el hemisferio norte. "Sudáfrica nos viene desplazando en algunos mercados de venta de cítricos", agregó.

Los números reflejan una disminución drástica en los ingresos para la provincia. "En el año 2017 ingresaban a la provincia más de 820 millones de dólares, este año no supera los 430 millones de dólares. En los últimos 6 años dejaron de entrar 1200 millones de dólares por la actividad citrícola", detalló el presidente de ACNOA.

A pesar de los desafíos, Padilla ve oportunidades en el mercado de derivados del limón, donde Argentina puede desempeñar un papel crucial en la formación de precios. Sin embargo, destacó la "incapacidad para ordenar de forma inteligente nuestra oferta para volver a valores industriales".

Respecto a las declaraciones del gobernador Jaldo sobre la necesidad de ordenar la producción, Padilla expresó su preocupación por la falta de capacidad del sector privado para resolver los problemas actuales. "Desde el sector privado no estamos siendo capaces de solucionar los problemas", admitió.

Padilla también hizo mención a la situación de la citrícola San Miguel, que está en un plan de desinversión y ha trasladado parte de sus operaciones a Uruguay y Sudáfrica. "El mundo limonero está creciendo y buscan otros lugares donde comprar limones en otros países", lamentó, subrayando la pérdida de inversión para Tucumán y la competencia que esto representa: “La citrícola San Miguel está en un plan de desinversión, ahora lo hacen en Uruguay y Sudáfrica. Claramente, lo que va a procesar San Miguel en otros orígenes compite con Tucumán. Hay un ámbito de diálogo para saber hasta dónde llegará esto, es una lástima porque se pierde inversión para Tucumán”.