Javier Milei quiso dar una señal: “Tenemos una afinidad natural con Estados Unidos”

El Presidente y la jefa del Comando Sur protagonizaron un inédito encuentro en Tierra del Fuego, una provincia clave para los intereses geopolíticos de China en la Argentina
viernes 05 de abril de 2024
El presidente Javier Milei y el ministro de Defensa, Luis Petri, al llegar a Ushuaia, tras hacer escala en Río Gallegos
El presidente Javier Milei y el ministro de Defensa, Luis Petri, al llegar a Ushuaia, tras hacer escala en Río Gallegos

Javier Milei viajó este jueves a Ushuaia para encontrarse allí con la jefa del Comando Sur de los Estados Unidos, la generala Laura Richardson, que se encuentra en una visita de tres días al país.

El encuentro tuvo lugar pasadas las 23 de la noche, tras un largo vuelo en un avión de la fuerza aérea. La generala del Ejército estadounidense los esperaba en la base naval de la ciudad, adonde el ministro de Defensa, Luis Petri, ordenó que flamearan juntas las banderas de Argentina y Estados Unidos.

"Los argentinos como pueblo tenemos una afinidad natural con los Estados Unidos", dijo el Presidente al hablar y tras hacer los saludos de rigor a la generala y su delegación pasadas las doce de la noche desde la base naval. La transmisión a Buenos Aires se entrecortaba y las bandas hicieron sonar los himnos de Argentina, de Estados Unidos y la marcha de Malvinas. Agradeció el importante apoyo que el gobierno de Joe Biden viene dando a su administración y aprovechó para hablar de lo que sonó a necesidad de dineros para inversión.

Y remató: “Por eso hoy el mejor recurso para defender nuestra soberanía y para abordar de forma exitosa estos problemas es precisamente reforzar nuestra alianza estratégica con los Estados Unidos y con todos los países del mundo que defienden la causa de la libertad”.

La alianza estratégica con Estados Unidos atraviesa toda la agenda bilateral. Joseph Biden apoyó a la Argentina en su negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI), facilitó la compra de 24 aviones de combate a Dinamarca y concedió un crédito blando por 40 millones de dólares para equipar a esos F16 que incrementarán la capacidad bélica de la Fuerza Aérea.

En simetría con estos importantísimos gestos de la Casa Blanca, Milei decidió congelar todos los emprendimientos que proyectaba China en Argentina para consolidar su fortaleza geopolítica.

El Presidente suspendió las obras de las represas hidroeléctricas en Santa Cruz, descartó que empresas chinas participen en la Hidrovía, canceló la construcción de las centrales nucleares en Buenos Aires y descartó que Beijing acceda a mayores yacimientos de litio y minerales raros, un insumo clave para futuros desarrollos tecnológicos.

En su última comparecencia en el Capitolio, Richardson alertó sobre las intenciones de China de construir un puerto multipropósito en Río Grande destinado a monitorear el paso bioceánico y clavar una pica en la entrada de la Antártida.

Milei no está de acuerdo con la construcción del puerto, y planteó su rechazo con una finta diplomática: hizo referencia a una base naval que Argentina levanta con el respaldo de los Estados Unidos.

“Hoy estamos aquí para ratificar nuestro esfuerzo en el desarrollo de nuestra base naval integrada. Se trata de un gran centro logístico que constituirá el puerto de desarrollo más cercano a la Antártida y convertirá a nuestros países en la puerta de entrada al continente blanco. Esta obra nos permitirá desarrollar la economía local, brindar un servicio logístico que permita las reparaciones y apoyo a los cruceros de buques comerciales que operan en el Atlántico Sur”, señaló el Presidente.

Con la nueva base naval, China ya no tendrá argumentos para financiar un puerto multipropósito en Río Grande que pensaba controlar como actualmente lo hace con la base espacial en Neuquén. El gobernador de Tierra del Fuego, Gustavo Melella, que está a favor del puerto financiado por Xi Jinping, no recibió al Presidente como indica el protocolo de estilo.

Milei aterrizó cerca de la medianoche a Usuahia junto al jefe de Gabinete, Nicolás Posse, el ministro del Interior, Guillermo Francos, el ministro de Defensa, Luis Petri, y la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei. Hacia frío en la pista -casi cero grados- y la comitiva llegó en caravana a la base militar.

El encuentro bilateral empezó con el Himno Nacional -que Stanley cantó de memoria-, el himno de los Estados Unidos y al final, en un evidente gesto de ratificación política, la Marcha de las Malvinas. Milei defiende la soberanía en las Islas del Atlánticos Sur y cuestiona la ocupación territorial del Reino Unido.

En este contexto, el jefe de Estado conoce la historia del conflicto en Malvinas y afirma que no es posible proyectar en este tiempo la relación política que en esa época tenía Ronald Reagan con Margaret Thatcher. Milei considera que Estados Unidos ahora tiene una mirada diferente respecto a la Argentina y que lo que sucedió en 1982 no tendrá una continuación en el futuro próximo.

“Más allá de los vaivenes políticos y diplomáticos que han tenido los gobiernos de distintos signos políticos, tanto aquí como allá, los argentinos, como pueblo tenemos una afinidad natural con los Estados Unidos. Ambos pertenecemos a la tradición occidental, con una cultura, una historia política y una forma de vivir en sociedad en buena parte compartida”, describió el presidente cuando promediaba su discurso.

MIlei cree en la necesidad de aliarse con Washington, y por eso hizo el gesto político de viajar 2350 kilómetros para reunirse dos horas con la general Richardson.