Día del Síndrome de Down: ¿por qué se usan medias de colores?

Desde eliminar estigmas hasta impulsar capacidades, cómo incluir la salud mental puede mejorar de manera significativa el bienestar de quienes tienen esta condición, según investigaciones científicas recientes
jueves 21 de marzo de 2024
En el Día Mundial del Síndrome de Down se usan medias de colores y brillantes
En el Día Mundial del Síndrome de Down se usan medias de colores y brillantes

Este 21 de marzo, se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Down proclamado por la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) desde 2012.

El principal objetivo de la instauración de este día es crear conciencia dentro de la sociedad acerca del valor que tienen las personas con esta condición. La fecha no es azarosa, ya que es el mes de marzo (mes 3) correspondiente a la trisomía del par 21, el nombre específico del síndrome. Se pretende reivindicar sus aportaciones a la sociedad, sus derechos e independencia para la toma de sus propias decisiones y crecimiento personal.

Este síndrome fue descrito a finales del siglo XIX por el médico inglés John Langdon Down. Allí relata, entre otras particularidades, los rasgos faciales similares a los mongoles, quizás desde allí quedó el uso de la palabra estigmatizante. Recién en 1958, el pediatra y genetista (entre otras cosas) Jérôme Lejeune descubrió que el síndrome es una alteración en el par XXI de cromosomas.

Los aspectos neurocomportamentales de la trisomía del par 21 incluyen dificultades cognitivas, alteración en cuanto a la capacidad de concentración y atención, y en algunos casos un trastorno en el control de los impulsos.

Por qué se usan medias de colores 

Medias desparejados, largos, coloridos con rombos y lunares, animales y estrellas, rayas y cuadros... todo vale en el día de las personas con Síndrome de Down.

Para celebrar la diversidad, concienciar y apostar por la inclusión millones de personas en todo el mundo utilizan estos calcetines. El objetivo es que el mismo mundo hable sobre el día Mundial del Síndrome de Down.

La campaña inició en Reino Unido, donde Chloe Lennon, una niña británica de 5 años publicó en 2018 un vídeo en redes sociales pidiendo que, para celebrar este día, todos llevaran calcetines diferentes en cada pie. Su propuesta la compartieron más de 700,000 personas y ha acabado traspasando fronteras.

Por su parte la Asociación Americana de síndrome de Down (National Down Syndrome Society) habla de la prevalencia de la patología mental y, a modo de ejemplo, usa un estereotipo que dificulta la percepción de patología psiquiátrica al afirmar que “la mayoría de la gente cree que quienes padecen del síndrome de Down están felices” (discriminación positiva), y señala que así se pasa por alto o no se le da importancia o credibilidad a los aspectos de la salud mental.

Como ocurre con todas las jornadas de celebración o concientización, cada año se elige un lema distinto para destacar un aspecto específico, y el de 2024 es: “Acabar con los estereotipos”. Uno de los estereotipos que afecta a esta población es el uso del concepto de deficiencia, el cual sugiere un estado en el que la única opción es ofrecer acompañamiento y ayuda en una situación inalterable. En contraste, se propone adoptar y reflexionar en términos de discapacidad, lo que significa reconocer la posibilidad de evolucionarmejorar ciertas capacidades y, incluso, adquirir otras nuevas.

Este cambio de paradigma es sumamente beneficioso, pues promueve una perspectiva menos resignada y más optimista. Se enfoca no en las carencias o deficiencias, sino en potenciar las capacidades remanentes mediante el entrenamiento. Desde el área de la educación se señala que mientras que, por ejemplo, hace algunos años una gran mayoría no podía leer, hoy la mayoría lo hace, como ha señalado el educador español Emilio Ruiz en unos encuentros realizados por la Asociación Argentina Síndrome de Down (ASDRA).

El salir de los estereotipos lleva a abandonar el uso de calificaciones o etiquetados negativos y ofensivos, como “incapaz”, “deficiente”, “retrasado” o “mogólico”. En relación a esto, hay mucho por hacer cuando vemos en redes sociales o inclusive en personajes de la vida pública usar este epíteto de una manera cruel para descalificar la inteligencia de los demás. Es tan cruel como interesante, ya que el insulto ofende más a quien lo emite que al supuesto receptor.