Los salarios volvieron a perder contra la inflación y caen 20% en solo dos meses

Así se desprende del índice Ripte que mide el Gobierno sobre las remuneraciones “estables”
jueves 07 de marzo de 2024
El poder de compra del salario podría caer un 10% a lo largo de todo 2024, pero solo en los últimos dos meses ya acumula un 20% de retroceso
El poder de compra del salario podría caer un 10% a lo largo de todo 2024, pero solo en los últimos dos meses ya acumula un 20% de retroceso

La caída del poder de compra del salario fue tan alta que el deterioro adquisitivo alcanzó el 20% en solo dos meses. Las remuneraciones “estables” que mide un indicador de la Secretaría de Trabajo indicó que esa es la proporción de poder adquisitivo perdida por la aceleración de precios en el inicio del 2024, que combinó una inflación de 25,5% en diciembre y de 20,6% en enero.

El índice Ripte, que mide la variación nominal de los salarios de un grupo de trabajadores que tienen estabilidad en su puesto de trabajo en el último año calendario, mostró que en febrero los ingresos de esos hogares subieron 14,7%, casi seis puntos porcentuales por detrás del ritmo inflacionario de ese mes. Implicó, de esta forma, una caída pronunciada pero menor a la de diciembre, cuando el Ripte creció 8,3% contra 25,5% de suba de precios.

El poder de compra del salario podría caer un 10% a lo largo de todo 2024, pero solo en los últimos dos meses ya acumula un 20% de retroceso.

Con esas cifras oficiales plasmadas, el director del Observatorio del Derecho Social de la CTA Autónoma Luis Campos calculó que en los dos primeros meses de gobierno de Javier Milei el salario medido a través del Ripte, así, cayó 20,7% en términos reales. Según aseguró, no hay registro previo en el que ese índice tenga un retroceso de esa magnitud en solo dos meses, y como comparación asegura que en todo 2002, el año posterior al estallido de la crisis de diciembre de 2001, la contracción salarial fue levemente superior al 26 por ciento.

“Las paritarias están empezando a empujar un poco, pero todo indica que en los próximos meses, en el mejor de los casos, le podrían empatar a la inflación, lo que hace que de vuelta, en el mejor escenario, estemos cristalizando un retroceso salarial cuya magnitud es inédita en la historia reciente de nuestro país. Y si incluís una mirada de mediano plazo el panorama es desolador: en la última década el salario promedio perdió casi la mitad de su valor en términos reales”, mencionó Campos en una entrevista para el medio Infobae. Para observar en otros momentos de la historia una caída tan veloz del poder de compra, asevera, hay que remontarse a la hiperinflación de 1989 o a los primeros meses de la última dictadura militar en 1976.

En una mirada hacia adelante, Juan Manuel Telechea, economista y director del Instituto de Trabajo y Economía de la Fundación German Abdala consideró que “en febrero la suba nominal (del Ripte) estará en torno al 15% y la inflación en un nivel idéntico con lo cual tenés un caída de 5 puntos reales en enero mientras que en febrero irían a la par, por lo que en el primer bimestre la caída va a ser de esos cinco puntos”, estimó.

El Estado tiene distintas maneras para medir la evolución de los salarios en la economía. El Ripte contempla la remuneración promedio sujeta a aportes al Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) que reciben los trabajadores bajo relación de dependencia y declarados en forma continua durante los últimos 13 meses.

Se trata de un muestreo menos amplio que el índice de salarios que publica -también con frecuencia mensual- el Indec. En ese informe el organismo estadístico desagrega al mercado laboral entre formal privado y público, por un lado, e informales por otro.

El Ministerio de Capital Humano, por medio de la Secretaría de Empleo, encargado de medir y publicar el índice Ripte, aclara en cada publicación mensual cuál es la representatividad de la cifra. “Este indicador fue elaborado como un insumo para determinar la movilidad jubilatoria (uno de los dos indicadores salariales que utiliza el índice de movilidad) pero no necesariamente refleja el comportamiento de los salarios correspondientes al empleo asalariado registrado del sector privado”, indicaron.

En diciembre, según el Indec, los salarios habían avanzado 8,9% nominal ante una inflación que fue de 25,5%, lo que implicó un muy marcado derrumbe del poder de compra de los ingresos familiares en un solo mes. En el último mes del año la peor parte se la llevaron los salarios del sector público, que quedaron 20 puntos porcentuales por debajo del ritmo de precios.

Los privados crecieron 11% nominal mientras que los no registrados lo hicieron 7,6%, más allá de que los economistas suelen destacar que, por metodología oficial, el muestreo de este sector del mercado laboral tiene algunos meses de rezago y podría no mostrar la última foto realmente actualizada.

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